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Primera | Real Madrid

"El 7-3 al Eintracht fue el mejor partido del siglo"

Motril homenajeó al Madrid de las cinco Copas de Europa

Sonó el himno del Madrid y se hizo el silencio en el Teatro Calderón de Motril (Granada). Cuando terminó, no se escuchaba otra cosa que no fuesen aplausos. Comenzó entonces un resumen de la final de 1960, el histórico 7-3 al Eintracht en Hampden Park. Allí en Glasgow estuvieron los cinco invitados al homenaje que la localidad granadina brindó al Madrid que conquistó cinco Copas de Europa consecutivas entre los años 1956 y 1960. Di Stéfano, Del Sol, Canario, Santamaría y Pachín, historia viva del fútbol. La conclusión fue clara: "El 7-3 al Eintracht fue el mejor partido del siglo".

Motril se dio un baño de madridismo recordando un hito que difícilmente volverá a repetirse. Mientras intercalaban proyecciones de las finales, se fue presentando uno a uno a los protagonistas. Ovaciones encadenadas. Pachín fue el primero en entrar en escena. "¿Les ha gustado el partido? (Acababa de terminar el resumen de la final de Glasgow). Estoy orgulloso de haber jugado aquella final. Es irrepetible, el mejor partido del siglo".

Tras Pachín entraron Canario, Del Sol y Santamaría. Pero el plato fuerte estaba por llegar y fue cuando Alfredo Di Stéfano, hizo acto de presencia. El teatro se vino abajo. Todos en pie ovacionando al mito. Su intervención inicial estuvo llena de ingenio. "Cantar no voy a cantar Es la tercera vez que vengo aquí. Las vueltas que da la vida de Buenos Aires a Motril". El presidente de honor del Real Madrid se metió al público en el bolsillo salpicando anécdotas con mucho humor.

Más anécdotas.

La Saeta lanzó algún recadito a Santamaría, por ser uruguayo. Lo encajó con humor y recordó, a petición de Di Stéfano, una anécdota impagable: "Terminamos la final del 7-3. Cenamos y estábamos en un hotel a las afueras de Glasgow. Íbamos dispuestos a salir. De repente, apareció el hombre del puro (Bernabéu) y nos dijo: 'Aquí no sale nadie'. Decidimos darle dinero a un par de chicos que había en el hotel para que nos comprasen algo. ¡Aparecieron con galletitas y zumo de naranja! Ese fue el festejo de aquella Copa de Europa".

Como broche de oro, el alcalde de Motril, Carlos Rojas García, entregó unas placas a cada uno de los homenajeados. Pasa el tiempo, y muy rápido, pero permanece su leyenda. Como sentenció Siete Pulmones Del Sol: "Dominábamos Europa. Todo el mundo se rendía a nuestro juego".