"Jugar con el Almería me ha hecho muy feliz"

¿Se lleva mal recuerdo del último partido de la temporada en Almería?

Tenía ganas de jugar este partido porque, como todo el mundo sabe, me voy a la Fiorentina y quería despedirme de la afición con una victoria y sentir por última vez el cariño de la grada. La afición se equivocó pitándonos, pero nosotros tampoco estuvimos a nuestro nivel.

Ha tenido que esperar el momento adecuado para anunciar su marcha.

Imagine que lo hubiera dicho antes y que las cosas no hubiesen salido bien; seguro que la gente habría cuestionado a Melo. Hay que decir las cosas a su tiempo. Firmé el contrato hace dos meses, pero no podía decir nada porque nos estábamos jugando la permanencia y, por otro lado, la Fiorentina está peleando por entrar en la Champions. Llega el momento de decir adiós y creo que la gente debe estar contenta porque he hecho un buen trabajo

Su mejor juego ha llegado tras firmar ese contrato.

Para mí ir a la Fiorentina es subir una escalera y debo intentar mejorar. Estar en Almería ha sido un premio, me ha hecho muy feliz porque lo he pasado bastante mal en los últimos años.

¿Le ha cambiado mucho?

En Santander jugué durante dos años fuera de mi sitio, y los entrenadores me decían que no confiaban en mí como pivote. También tuve problemas con mi familia porque lo de fuera del campo es un reflejo de lo que te ocurre dentro. Después me llamó el Almería y confió en mí. Me convencieron de que era uno más, y por eso me ha ido bien. Pero hay que tener mucha humildad y mantener los pies en el suelo, porque voy a empezar de cero.

Siempre insistió en jugar como pivote.

Fue la única cosa que pedí antes de venir. (Alberto) Benito me lo prometió varias veces y por eso me decidí a venir con muchas ganas.

Su crecimiento ha ido a la par que el de su compatriota Diego Alves.

Diego es muy joven, como Guilherme, pero tiene un potencial increíble, como Cobeño. Tiene mucho que crecer, y quiere, que es lo importante. Pronto va a ser uno de los mejores porteros de España y del mundo. Va a estar, seguro, con Brasil en los Juegos Olímpicos de Pekín y ojalá pueda yo hacerlo pronto.

Ha peleado hasta el último momento por la UEFA, y lo que tiene muy cerca ahora es jugar en la Champions.

Una vez salvados estábamos ilusionados; ojalá se consiga la próxima temporada. Estoy deseando que la Fiorentina se meta en la Champions y pueda jugar una competición como ésta, que es el sueño de cualquier futbolista.

Le inquieta tener que adaptarse a un nuevo país, otro idioma, otros árbitros

Tengo amigos allí que van a estar conmigo los primeros meses y me ayudarán con el idioma. En el vestuario no hay brasileños, pero sí argentinos. Por lo menos al principio voy a hablar español. El arbitraje en Italia es diferente y tendré que ver partidos para que no me pille por sorpresa. No puedo permitirme llegar a un partido importante y que me expulsen.

¿Daría buenas referencias del Almería?

Si me preguntan del Racing nunca voy a hablar bien; por supuesto prefiero ver al Mallorca en la UEFA. Estoy encantado con el Almería y con la ciudad, se parece mucho a Río de Janeiro, por las playas y el clima. No he encontrado cosas malas. Dejo amigos aquí, me he sentido querido por la gente y prometo volver.