Bodipo
"Lo que me avergüenza es que mi gente me pite"
Bodipo no se esconde. El delantero se siente arropado pese a los pitos y califica su campaña como "patética".
Sólo unos minutos después del partido contra el Levante, usted mismo calificaba su temporada como "patética". ¿No suena algo duro?
Para nada. Soy una persona que se exige mucho y ésa es la verdad. Está siendo una temporada patética para mí. Tengo que ser duro conmigo y me exijo más, porque yo soy feliz en el Deportivo y aquí es donde realmente quiero triunfar. Y si soy feliz sin jugar en esta ciudad, pues imagina cuando juegue y me salgan las cosas.
¿Es uno de los peores momentos de su carrera?
Totalmente. Está siendo una temporada muy mala para mí, la peor que he tenido en toda mi carrera. Ahora espero que este año se termine lo mejor posible colectivamente y lo más seguro es que el año que viene esto vaya a cambiar. Se verá al mejor Bodipo.
¿Cómo asimila un jugador que su propia afición le dedique una pitada?
Eso me duele, porque lo que más me puede avergonzar es que mi gente me pite, aunque yo realmente estoy tranquilo, porque lo di todo y creo que no se me puede achacar nada en ese sentido. Lo que pasa es que cuando la pelotita no entra, por mucho que hagas...
¿Se siente muy criticado?
Lo que pasó no va a cambiar la opinión que tengo de esta afición. Yo le doy un chapeau. A la afición siempre le he gradecido su apoyo. Siempre lo he notado, incluso por la calle. Yo me siento querido en esta ciudad, ahora también. Las muestras de cariño que me han dado desde hace tiempo no se me van a olvidar porque me pitaran ante el Levante.
¿Le había pasado alguna vez el tener una reacción tan crítica de su afición?
Muchas veces la gente no está de acuerdo con lo que ve. También pasa en otros sitios, pero si Dios quiere, puedo asegurar que el año que viene se van a cambiar esos pitos por aplausos. Desde que empiece a crecer, cuando pueda hacer la pretemporada y no tenga lesiones y operaciones, esto va a cambiar.
Usted le da mucha importancia al aspecto psicológico. ¿Ahora está tocado?
Tocado, no. Lo único es que estoy dolido, porque la gente me haya pitado. Ante eso sólo puedo trabajar y que el año que viene me salgan las cosas.
¿Sus compañeros han notado que es un momento complicado para usted?
Mis compañeros son los que mejor entienden la situación y los primeros que querían que marcase un gol. No es agradable que tu gente te pite, pero la familia y los compañeros son un apoyo. El ánimo más fuerte es llegar a casa, reflexionar un poco y estar con mi hija.
¿Por qué cree que está en un mal momento?
La confianza es fundamental y había más factores para tener un día malo que uno bueno ante el Levante. Eran dos meses y medio sin jugar, me falta ritmo, tuve mala suerte con una gripe... Los factores no eran muy favorables, pero no quiero que eso sean excusas.
¿Siente que tiene la confianza de su entrenador?
A mí nunca me había pasado estar dos meses y medio fuera de la convocatoria o sin jugar, pero esto es el fútbol. Me duele, pero tengo la conciencia tranquila, porque trabajo. El entrenador tiene a 25 jugadores y ahí no me meto, pero la confianza al rematar se coge a base de minutos.
Usted siempre ha dicho que con más continuidad, tendría más confianza.
Todo el mundo quiere jugar más, pero yo soy un tío muy positivo. Éste ha sido un año malo y el que viene seguro que todo va a cambiar.
¿Dónde estará su futuro?
Mi futuro es intentar hacer disfrutar a la gente en el Deportivo y tratar de triunfar aquí. Llevo dos años en este equipo. En el primero no pude jugar y en el segundo no me ha salido apenas nada. Tratar de triunfar aquí es una autoexigencia.
¿Le molesta que se diga que el club puede hacer una limpieza en la delantera?
Eso no me afecta. De momento, no sé nada. Mi futuro está en el Deportivo por ahora. Si después hay cosas, el verano es muy largo, pero tengo la intención de quedarme.
¿Cómo ha recibido el equipo el regreso de Valerón?
Es un jugador muy importante. Yo hablo mucho con él y sé que también necesita una pretemporada para coger el ritmo. Nos va a ayudar mucho, también a los delanteros, porque sus pases son muy buenos.
¿Por eso le dolió más no poder aprovechar uno de sus pases contra el Levante?
No, ésa era una ocasión en la que ya no podía más. Se me subía todo, los gemelos... Hasta el alma. Me faltó velocidad y de todo, pero es lógico que ya no pudiera más. Eran dos meses y medio sin jugar.