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Segunda B | Talavera

El Prado asistió al funeral por el descenso a Tercera

Las matemáticas permiten una mínima esperanza

Área 11
<b>MUY COMPLICADO. </b>Aunque el descenso del Talavera no está consumado, su salvación es casi imposible.

Se cumplieron los peores presagios y la crónica de un descenso anunciado se consumó casi oficialmente el pasado domingo en El Prado, ante un Ceuta que no tuvo compasión del Talavera y que le empujó a Tercera, aunque matemáticamente todavía no es equipo de Tercera. Y eso pese a que el domingo anterior, la victoria en el campo del Betis B había dejado pasar un rayo de esperanza, después de que los de Pedro Morilla encadenaran seis jornadas sin perder. Pero no había margen para más tropiezos. En realidad, el Talavera no descenderá por el partido del domingo, en el que cayó dignamente ante el equipo más en forma del grupo. Detrás quedaba un balance de sólo siete partidos ganados sobre 35, con diecisiete derrotas, sólo 32 goles a favor y 54 en contra. Unos números que no auguraban nada bueno.

Pedro Morilla, técnico del Talavera, que tomó el relevo de Santi Calvo en el mes de noviembre y que no pudo enderezar la marcha del equipo, quiso dar las gracias a sus jugadores por el esfuerzo realizado: " Tengo que dar la enhorabuena a los catorce futbolistas que jugaron ante el Ceuta porque no se puede hacer más cosas para ganar. Creo que hicimos un gran partido, que lo intentamos absolutamente todo y que lo hemos hecho muy bien, pero esto es fútbol y, a veces, la suerte no tiene por qué caer de tu lado. Creo que el encuentro fue un reflejo de lo que ha sido la temporada desde que yo llegué al cargo, con partidos en los que hemos superado a nuestro oponente, pero en los que la fortuna no nos ha acompañado. Hay matices y momentos que marcan los resultados y ha nosotros el no hacer gol con facilidad es lo que nos ha hecho estar donde estamos". Morilla se encontró con unos jugadores hundidos a los que ha de levantar la moral para estos tres últimos partidos: "El vestuario estaba muy jodido porque cuando haces un buen partido y pierdes, no te puedes ir de otra manera y, si encima puede significar que se descienda, más aún. Pero no queda otra que levantar cabeza porque mañana hay que seguir trabajando".