Primera | Atlético - Getafe
El derbi de la redención
Sólo ganar sacaría de sus minicrisis a Getafe y Atleti
Discutía el sábado con dos amigas sobre los valores del fútbol, que ellas no veían. Les decía que la Liga es la vida a cámara rápida, todas las emociones posibles condensadas en nueve meses. Y este Getafe-Atleti es la mejor muestra. Hace nada ambos eran felices. Hoy todo son miedos y lágrimas. Y con el drama, el interés del derbi se dispara.
El Bayern y el Valencia acabaron con el sueño azulón que se ha despertado con el agua del descenso al cuello. El Betis desnudó a un Atleti que está en Champions, pero se cae mientras su afición desespera. Hoy a las siete, uno de los dos habrá olvidado sus problemas. El otro estará definitivamente aterrorizado. Si empatan, ambos pierden. No hay medias tintas.
El maravilloso Getafe de Laudrup se ha descosido ante la filiación germana de la diosa Fortuna (el Atleti también sabe de esto), los prematuros sueños blancos de pilares como De la Red y la división generacional del vestuario. Aún así, su grandeza pervive en su estilo: clase y distinción como su técnico. Y como Granero, un futbolista superior y sin aires de estrella. Una apuesta segura.
El tridente. Precisamente clase es lo que le falta al Atlético, pero le sobra contundencia. Agüero, Forlán y Maxi le han sostenido hasta aquí y de ellos depende ya todo. Pero los dos últimos comienzan a dar muestras de agotamiento y echarán de menos a Simao. No sabremos si el atisbo de reacción de Reyes era real o balas de fogueo, pues también es baja. Será Luis García quien tenga la oportunidad de recordar al jugador que fue hace no tanto.
La semana ha sido tensa en el Manzanares, con reuniones constantes entre dirigentes, técnicos y plantilla para intentar que el fuerte aguante un mes más en pie. En Getafe, Ángel Torres es más calmado, pero ve tambalearse su magia por vez primera. Dos equipos heridos, amistades olvidadas, miedo y alegría, supervivencia o muerte. La vida en 90 minutos.
La 'marea azul' respondió, pero no habrá lleno
La afición del Getafe mostró ayer su apoyo al equipo en el momento más delicado de la temporada. Un número de aficionados muy superior al habitual se acercó a la Ciudad Deportiva para ver el entrenamiento y animar a sus jugadores. Hoy no se llenará el Coliséum porque el club decidió subir el precio de las entradas y habrá pocos rojiblancos en el estadio. Pero está confirmada la presencia de más de 12.000 personas.