Primera | Valladolid 1 - Almería 0
Zorrilla ya celebra la permanencia
Sesma marcó en el tiempo de descuento.
El Valladolid mereció golear al Almería pero esperó hasta el último instante para ganar un partido en el que se hartó de fallar ocasiones, entre ellas un penalti, y en el que volvió a evidenciar que necesita atacar mucho para marcar, algo que hoy hizo Sesma, en el minuto 92, lo que convirtió Zorrilla en un festín, celebrando una salvación que todavía no es matemática.
Valladolid y Almería son dos equipos "de autor" y que siguen al pie de la letra el catecismo de sus técnicos. Se enfrentaban esta tarde los dos mejores equipos de segunda la pasada campaña y ambos empezaron acometiendo, sin miedo, como si no se hubieran quitado ese "traje" ganador que les hizo salir de la categoría de plata.
Así las cosas, en los primeros minutos todo invitaba al optimismo, con un conjunto anfitrión aguerrido y veloz más un Almería también valiente, ambicioso y bien plantado.
La primera opción seria fue del Real Valladolid, con un posible gol olímpico de Víctor que el árbitro, Ayza Gámez, no concedió (min. 26). El balón salió envenenado desde la esquina, tras un toque magistral del delantero extremeño, y Negredo lo sacó desde dentro de la portería. Los locales pidieron gol y la primera impresión es que, en efecto, lo fue.
El Valladolid perdona
Mientras el Valladolid rebuscaba en su espíritu colectivo, el Almería vivía más del balón parado. Los andaluces llegaban menos pero con más peligro, aunque la primera mitad se cerró con un monólogo de los vallisoletanos. Carlos García estuvo a punto de marcar en propia meta (min. 42), poco antes de que una falta sobre Alberto Marcos fuera interpretada como penalti por Ayza Gámez.
El Valladolid, desde los once metros, se agarra siempre a la experiencia de Víctor, pero en esta ocasión lanzó flojo y centrado, casi a las manos del brasileño Diego Alves, quien detuvo sin tener que emplearse a fondo (min. 44).
El Almería, que vivía de la fuerza y colocación de Felipe Melo, dio un paso atrás en los primeros minutos de la reanudación. Los de Emery se volvieron cautelosos, más aún después de que Víctor, omnipresente, estrellara un lanzamiento de falta en el poste derecho del guardameta carioca (min. 52).
Poco a poco hasta el gol
La salida de Crusat produjo mayores daños al Valladolid, que no obstante siguió gobernando el medio cambio, pero el fútbol muchas veces no sabe de justicia y las llegadas de los vallisoletanos, abundantes y muy peligrosas, eran siempre inocuas.
Hoy parecía uno de esos días en que gana el que menos ataca y ese guión estuvo a punto de cumplirse con una llegada de Álvaro Negredo, la única del Almería, a la que respondió Sergio Asenjo, muy ágil, salvado a su equipo (min. 63).
Con el Valladolid volcado y desprotegido, Emery optó por dar entrada a Miguel Corona. El Almería empezó a "respirar" después de que Llorente y Sesma le hubiesen perdonado la vida en dos acciones prácticamente consecutivas, algo que también hizo Albert Crusat ante un Sergio Asenjo, quien por dos veces le quitó el balón de los pies.
El asedio local se acentuó en los últimos minutos, pero no fue rentable hasta que el centrocampista canario Jonathan Sesma, con un disparo desde fuera del área, marcó y casi selló la salvación del equipo de Mendilibar. Era el minuto 92 y, a partir de ese momento, Zorrilla fue una fiesta.