Emery: "Ganar es clave para entrar en Europa"

Es el partido más complicado de los que quedan", asegura Emery con contundencia. El Valladolid es de esos rivales que le saben jugar al Almería, como se demostró en la primera vuelta. "Del Valladolid conocemos hasta el color de sus ojos", comenta con ironía el técnico vasco. Es un rival que acompañó en el ascenso a los rojiblancos y al que se le tiene cierto aprecio, como se tienen entre sí los técnicos. De hecho, hasta asuntos que antes hubieran resultado espinosos, Emery se los toma con mucho optimismo. "Es bonito que preparen una encerrona. El fútbol también crece con un buen ambiente en las gradas". El José Zorrilla intentará llevar a los suyos en volandas para que los albivioletas superen al equipo revelación del campeonato, pero era la misma idea del graderío del Sánchez Pizjuán, que terminó aplaudiendo al equipo visitante.

"Puede ser un partido clave para entrar en Europa", asegura Emery. De ganar en Valladolid se sumaría la tercera victoria consecutiva y se metería mucha presión tanto a Racing como a Sevilla. Los de Mendilibar buscan la permanencia y son, junto al Recreativo, los únicos del calendario que le queda al Almería que todavía tienen asuntos pendientes para esta temporada.

Un buen sistema, un técnico confiando y ambicioso y jugadores que se han crecido con su llegada a Primera Divisi esa es la receta del Valladolid. "Cuando Sisi juega contra el Almería se convierte en Sisinho", comenta Emery sobre el jugador que más daño ha hecho a su equipo en los últimos enfrentamientos. Seguro que Mané estará muy pendiente de él.

El vasco apoya a los jugadores del Levante

Unai Emery también se ha pronunciado sobre uno de los asuntos candentes de la jornada. Sobre la huelga del Levante tiene una opinión muy clara. "Apoyo a los jugadores granotas, pero deben ser respetuosos con los rivales; si no jugaran adulterarían la competición". Espera que se solucione pronto y su partido se juegue. El Almería venció al Levante en la segunda vuelta y correrían peligro tres puntos en el peor de los casos. El técnico no cree que la sangre llegue al río.