"Montjuïc es uno de mis mejores recuerdos"

El Rey Mono no cae en el olvido, imposible. Aquella noche del sábado 3 de febrero de 2007 en Montjuïc ha quedado guardada en una página principal del álbum futbolístico de Sergio García, que se desató en la montaña mágica con dos goles que otorgaron un triunfo valiosísimo y perdurable para el Zaragoza, que se había frenado en su carrera europea con dos puntos en tres partidos. Del 1-2 en el feudo del Espanyol, con el tanto de la victoria en el minuto 86, nos quedó la celebración simiesca de Sergio García. "¿Recuerdo? Es uno de los mejores que tengo de mi carrera, tanto por mis dos goles como por la importancia de la victoria", afirma el protagonista.

Un año y casi tres meses después, el Zaragoza sólo ha ganado una vez más fuera de casa (0-1 en Almería el 31 de octubre de 2007) y visita de nuevo Montjuïc inmerso codo con codo en la carrera hacia su objetivo. Vencer allí sería sellar media permanencia, pero Sergio no mantiene en secreto ninguna celebración especial. "Esta vez no hay nada preparado. El año pasado se lo dediqué a un amigo que estaba en la grada. Hice ese gesto de rascarme la cabeza porque es un poco calvo", se sincera sin ocultar la sonrisa.

La sequía a domicilio es alarmante hasta el punto de que el Zaragoza es el peor equipo de la Liga fuera de estadio, empatado a siete puntos con el Levante. "Tenemos muchas ganas de cortar esa racha, es demasiado tiempo sin ganar fuera y ahora necesitamos todos los puntos, no sólo los de La Romareda", argumenta García. No planear un festejo especial no significa que lime trascendencia al choque. "Lo importante es que consigamos los tres puntos. Obviamente, si logro marcar, mucho mejor", afirma.

Delantero.

En Montjuïc, hace más de un año, Sergio García compartió el ataque con Diego Milito de salida y después con Ewerthon, que sustituyó al argentino en el minuto 20 de la segunda parte. El catalán ya había adelantado al Zaragoza diez minutos antes con una gran acción, pero en el 84' Luis García firmó tablas. El cielo de la montaña mágica se oscureció de repente sobre el triunfo aragonés, pero una conexión letal dos minutos después colocó el 1-2 definitivo en el marcador. Ewerthon se lanzó a la espalda de la defensa, recibió la pelota en campo abierto y la puso con lazo al balconcillo del área. Kameni salió como si hubiera visto al demonio, pero García resolvió como quien fuma en pipa.

Manolo Villanova se decidió por un 4-4-2 el sábado pasado contra el Recre. Con Diego Milito en la enfermería, Sergio y Oliveira fueron de la mano en el frente del ataque. Y el Rey Mono se reencontró con el gol una eternidad después, cuatro meses concretamente (2-2 ante el Valencia el 23 de diciembre de 2007). "Siempre he jugado arriba, durante toda mi vida. Es la posición que más me gusta, donde más cerca estoy del gol, lo que más me gusta a mí y a la mayoría de jugadores", admite. Compartirá en Montjuïc ataque esta vez con otro brasileño de pegada aún más dañina: "Oliveira es un gran delantero, tiene ese instinto tan importante para los delanteros. Que marque quien sea, pero que ganemos".

Superará su tope en Primera

Sergio García, único zaragocista que no ha faltado a ninguna de las citas del equipo de esta temporada en todas las competiciones, superará el domingo ante el Espanyol su cifra máxima de partidos en una Liga de Primera: 31 (logrados con el Zaragoza la temporada pasada. Suma cuatro goles en Liga este año, los mismos que firmó en su estreno en el Zaragoza en la 05/06. Vistiendo la camiseta del Levante (04/05, 31 partidos) consiguió siete, mientras que el año pasado se quedó en seis.