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Primera | Sevilla 1 - Almería 4

Emery humilla a Jiménez

Un gran Almería se coloca a tres puntos de la UEFA

Actualizado a
<b>PICHICHI SECO. </b>Luis Fabiano se mostró muy desacertado y no pudo batir la portería de Diego Alves.
PICHICHI SECO. Luis Fabiano se mostró muy desacertado y no pudo batir la portería de Diego Alves.morenatti

El Almería destapó la vulgaridad de este Sevilla, que sólo se mantiene vivo por la calidad de muchos de sus jugadores. Emery, con modestos guerreros aplicados, humilló a Jiménez, que va tirando su escasa credibilidad con partidos como los de anoche. A estas alturas, los dos equipos son el fiel reflejo de sus técnicos. Seriedad, disciplina, argumentos y orden destacan en el Almería de Emery. Impulsos, nervios, enloquecimiento y desorden en el Sevilla de Jiménez.

El contundente resultado y la imagen que desprendió el encuentro golpea con dureza la fe y el poder sevillista y eleva a los altares al conjunto revelación de la Liga, que se marchó del Sánchez Pizjuán con el sueño europeo en el bolsillo.

El Sevilla sólo vivió de la ilusión que le proporcionó el Betis en el Calderón. Con la opción de acariciar la Champions, arrancó disparado. La velocidad de Capel, Alves y Navas, mezclada con la intensa lluvia, convirtió en lanzaderas explosivas a los extremos. En poco más de un cuarto de hora, Luis Fabiano, Keita y Kanouté remataron con peligro los centros mortales. El campo parecía inclinado hacia la portería de Diego Alves. Sin embargo, la extraordinaria producción ofensiva se quedó en simples gestos de buen fútbol.

Pese a sufrir un ataque compulsivo, el Almería no se arrugó. Es más, durante su proceso de adaptación, Soriano estrelló un balón al palo. La daga rozaba el cuerpo del contrario. Y sería Daniel Alves, artífice de muchas actuaciones exitosas, quién abriría una herida mortal. Un balón cruzado por Soriano fue el arma con el que el brasileño se suicidó, transformando un simple despeje a córner en un remate certero. Ahí cambió todo.

El Sevilla le cogió pánico al partido, tiempo que los de Emery utilizaron para armarse. Soriano, Melo y Corona se comieron a Keita y al desconocido Poulsen y cortocircuitaron la calidad del contrario. El Almería comenzó a moverse con unión e inteligencia, sin grietas, hasta borrar del campo a su rival. Su empuje acabó enterrando al Sevilla. Negredo se adelantó a Mosquera y Jiménez cayó presa de sus carencias. Temeroso por la críticas, sacó a Koné y dejó vendida la defensa. Una maniobra infantil que Ortiz y Negredo aprovecharon para certificar el repaso. Emery salió engrandecido de Nervión y Jiménez descubrió que esta empresa le viene grande. Sus excusas comienzan a oler. Fue el fiel reflejo de los entrenadores.