La Liga en la mano o la Champions a tiro

Dijo Oscar Wilde que las guapas siempre lo son menos el segundo día y algo así podría decirse de los equipos revelación, que siempre lo son menos en la segunda vuelta. Sin embargo, el Racing es una excepción a la regla, porque resiste a falta de seis jornadas entre los mejores del campeonato y en el último sprint mantiene intactas sus opciones de jugar la Champions, más aún después de caer el Atlético. Con ese estímulo infinito recibe hoy al Madrid, que tiene por objetivo dejar sentenciada la Liga, y poco menos que eso valdría un triunfo en El Sardinero después del empate del Barcelona.

Para que no falte de nada, el temporal que atraviesa la Península hizo ayer un redoble de truenos al partido. En Madrid, la lluvia impidió que Schuster ensayara un once durante el entrenamiento y en Cantabria se encendió la alerta naranja, que advierte de vientos que vuelan paraguas y peluquines. El parte para hoy es más benigno, pero no se descartan tormentas ocasionales y la ocasión lo merece. Jugar en Santander con lluvia y barro es un placer heroico, especialmente para quien mira.

Si aceptamos que ambos se juegan un premio gordo, habrá que reconocer que el partido es magnífi co, como magnífi cas son las relaciones entre Racing y Real Madrid, cuyos máximos representantes pasearon ayer junto al alcalde de la ciudad. Entre los méritos del club racinguista está el cuidar las formas y la recuperación de los viejos valores, un compromiso que se relaciona con la sensata cantabrización del equipo. Y se ve que la fórmula funciona.

Sobre el campo, el líder de este Racing que asombra es Munitis (32 años), que es un futbolista de una dedicación casi religiosa. Tanto en su trayectoria como en sus regates, la insistencia es tan importante como el talento. No obstante, el secreto del equipo es optimizar sus recursos. Y en ese sentido, Marcelino juega un papel fundamental, porque ha sacado lo mejor de los futbolistas y ha liberado a cada uno de su complejo, de manera que Toño le pelea a Casillas el Zamora, o Colsa se ha transformado en el centrocampista que no pudo disfrutar el Atlético.

El resultado es que el Racing no se corta. El equipo ha celebrado durante la semana la ausencia de Guti por sanción y Tchité ha sido instruido para que frecuente los territorios de Cannavaro. Tampoco disimula su optimismo el presidente Revilla (nunca lo hace), que da por segura la victoria y la próxima Champions.

Diarra. El Madrid, por su lado, afronta el partido con el respeto debido. Diarra sustituye a Guti y no se puede descartar que, en el intento de acumular músculo, Baptista reemplace a Robinho o a su fantasma. Higuaín sería una opción intermedia. Atrás, formará la defensa del Camp Nou, que es la única defensa del mundo con denominación de origen y la solución más consistente de las que ha probado Schuster.

En las maniobras de ataque y en ausencia de Guti (13 asistencias), Sneijder y Robben serán dos jugadores determinantes, aunque Marcelino está más preocupado por Raúl (16 goles), que ha sido objeto de estudio para los defensas locales, lo que equivale a memorizar dos tomos con letra pequeña. El técnico del Racing quiere aprobar su única asignatura pendiente: aún no ha ganado a ninguno de los seis primeros clasificados (seis derrotas y dos empates).

Llenazo. El Sardinero, que no se había llenado en 20 años, registrará su sexto ?no hay entradas? del curso porque la afi ción está a la altura de un equipo que ha batido ya su récord de puntos de Primera (50) y que tiene al alcance esa meta formidable que es la Champions. El Racing no recibía al Real Madrid tan bien situado desde la temporada 35-36, cuando se impuso por 4-3 en la 17ª jornada (a seis para el final, como ahora), con el Racing en tercera posición y el Real Madrid como líder.

El equipo de Schuster opone a todo eso su arsenal de goles (66), su talento incontenible y su ansia por cerrar el expediente de la Liga. La enorme ventaja del Madrid no necesita de reválidas y confirmaciones, pero Santander sería una.

Cannavaro, Robben y Pepe, apercibidos

El Real Madrid tiene parte de la columna vertebral del equipo al borde de la suspensión por acumulación de tarjetas amarillas. Los dos centrales titulares, Pepe y Cannavaro, se encuentran en esa situación, al igual que Robben. Otro apercibido es Salgado. El Racing también tiene hombres importantes que han de tener cuidado. Son los casos de Munitis, Jorge López y Óscar Serrano.