La afición dice que la UEFA ya está lograda y pide la Champions. ¿Qué le parece?

Estamos más cerca que lejos del objetivo y, si no nos clasificamos al final, nosotros seremos los únicos culpables de ello. Estamos en una situación privilegiada e impensable hace un tiempo, pero no es definitiva. Hay que aprovechar todo esto para ganarle al Madrid.

¿Cuál será la clave para intentar lo que pretende?

Estoy viendo muchos vídeos para tener el mayor conocimiento del rival aunque, si juegan un muy buen partido, poco tenemos que hacer. Hay que hacer que el Madrid se sienta incómodo. Por ahí pasan nuestras posibilidades.

¿Espera un Madrid algo relajado?

No. Siempre juega igual. Como le sucede a los grandes, su intensidad varía mucho en cada partido. Es cierto que la ventaja que tienen respecto al Barça puede relajarles algo, pero no hay que tener descuidos porque su calidad individual te machaca.

¿Cómo se le hace daño al líder?

Hay que tener acierto en las áreas. Debemos aprovechar las pocas ocasiones que tengamos y no cometer errores individuales. Ellos fallan muy poco en los metros finales. El Madrid no se distingue por tener el balón más que sus adversarios, sino por la pegada y por su contraataque. Es un equipo temible.

¿Sin Guti también?

Sí. Nuestra idea de juego no va a variar porque no juegue. Guti es uno de los mejores pasadores, pero el Madrid tiene muchos más puntos fuertes. Aún así, si no está, mejor.

¿Ha cambiado mucho este Madrid respecto al que le ganó a su Recre el año pasado en ese agónico final de Liga?

De sistema sí. Han modificado el estilo porque son otros jugadores. No hay grandes diferencias entre el Madrid del final de la pasada Liga y éste. Sí las hay con el del principio. Me parecía un Madrid poderoso, rápido y completo. Me dio rabia perder así aquel día...

Estará más tranquilo con Van Nistelrooy en su casa.

Pues sí. Es el jugador más determinante junto con Raúl.

Por contra, tiene a Munitis a tope. ¿Cómo lo definiría?

Es un trabajador incansable, ambicioso, profesional, autoexigente y responsable. Tanto que a veces tiene obligaciones consigo mismo que no le permiten ser totalmente feliz.

¿Le preocupa que el ambiente esté algo dividido al ser Cantabria zona madridista?

Rotundamente no. Hay mucha gente del Madrid, pero ahora es del Racing. No tengo dudas de que desde el minuto 1 estarán con nosotros. Hasta los merengones de Cantabria saben que esta victoria es vital para el Racing y nos apoyarán.

¿Firma el empate?

No. Nunca, y menos ahora.

¿Está Marcelino preparado para entrenar a un grande?

Creo que sí. Sólo lo sabré si algún día tengo esa posibilidad. He ido modificando cosas desde que debuté en Primera en cuanto al criterio de juego, a la organización y a la modificación de los entrenamientos. He crecido mucho. No sé en qué soy mejor y en qué peor.

¿Qué necesita usted para renovar por el Racing?

Nada. Tengo que tomar decisiones porque hay un componente profesional y otro sentimental que pueden chocar. Intento que el corazón no pueda con la cabeza.

¿Ya sabe que hará?

Sí. En un porcentaje alto sí. Pero no es definitivo.

¿Qué piensa cuando recuerda que hace sólo unos años estaba entrenando al Lealtad en Asturias y ahora lucha por la Champions y se lo rifan varios equipos españoles?

No pensaba que podría ocurrir esto. Aquel trabajo, aquellos futbolistas que tuve me han hecho estar aquí. Estoy muy agradecido a todos. Me hicieron mejorar y aprender.