Ronaldinho quiere apretar a Laporta con el artículo 17

Una vez asimilado que tiene que dejar el Barcelona y la capital catalana, Ronaldinho Gaúcho, asesorado por su hermano y agente Roberto de Assis, quiere sacar el máximo provecho a la presión que ha ejercido el presidente Joan Laporta en los meses últimos. Consciente de que no le faltarán ofertas para labrarse un nuevo futuro en el fútbol, el brasileño tiene la sensación de tener el poder en la operación de traspaso. Amenzará con acogerse al artículo 17 del Reglamento del Jugador de la FIFA si desde el Camp Nou comienzan a pedir cifras astronómicas a los interesados.

Conocido el interés del Milán, las propuestas del Inter y las intenciones del Manchester City, desde las oficinas blaugrana se frotan las manos y sueñan con cantidades desorbitadas. Confían en ingresar una cifra de millones superior a los 16, los que marcaría la rescisión contractual por el famoso artículo 17. La directiva del Barça espera recaudar entre 25 y 30 millones de euros. Además, mientras italianos e ingleses confían en poder cerrar el traspaso y finiquitar su batalla de manera inmediata, en el Barcelona intuyen que todo irá más lento de lo previsto.

En Turín. Mientras, De Assis sigue siendo un habitual de los aeropuertos europeos. Con base en Barcelona, el agente del futbolista está viajando casi a diario. Sus puntos de destino son el norte de Italia, Manchester y Londres. Y si hace una semana estuvo en la zona VIP del estadio del City, el pasado sábado fue retratado en la zona noble de Delle Alpi, donde la Juventus tumbó al Milán (3-2). Tal es la relación entre el agente y el equipo lombardo, que el entorno del futbolista asegura que representantes del actual campeón de Europa viajarían mañana a Barcelona o bien habrían fijado un punto intermedio para comenzar a transmitir las ideas que tienen en la cabeza. Sería una manera de agilizar un culebrón al que parecen quedarle muchos capítulos por redactar.

Pese a que el vicepresidente responsable del área económica, Ferran Soriano, aseguró hace unas semanas ante la prensa que el fichaje de Ronaldinho estaba más que amortizado (e incluso especuló con su renovación), la impresión que queda es que el Barça hará un mal negocio desprendiéndose del crack. Hace dos años, el Chelsea estudiaba ofrecer entre 90 y 100 millones por él, y la pasada temporada hubo clubes multimillonarios capacitados para dar el doble de lo que ahora ofrecen. De esta manera, cualquier precio que se pague será poco por un futbolista que cambió el rumbo de un club que viajaba a la deriva.