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Ogbeche

"Ya soñaba con marcar en Zorrilla"

Su riña con el gol acabó de la mejor manera posible y en el momento más oportuno. Trabajador incansable y sobre todo honrado, ha hecho de la paciencia una virtud.

José Luis Rojí
Ogbeche

¿Le hacía falta marcar un gol como éste?

Sobre todo me causó mucha alegría por el punto que conseguimos sumar gracias a ese gol. Que nadie dude de que vamos a seguir peleando por sumar más puntos para conseguir la permanencia cuanto antes.

¿A nivel personal qué significa para usted?

Siempre hay que estar contento cuando se marca un gol, y más si sirve para sumar. Llevaba mucho tiempo soñando con conseguir mi primer gol en Zorrilla y por fin lo he conseguido.

¿Llegó a preocuparse cuando no le salían las cosas y el club fichó a Manchev este invierno?

No, preocupado no, porque sabía que lo que debía de hacer era seguir trabajando duro y concentrarme en hacer bien mi misión. La decisión de quién juega es del míster. Siempre he intentado aportar lo máximo al equipo. El gol del domingo es el premio al trabajo que hago en los entrenamientos.

¿Cuando vino al Valladolid esperaba que fuera tan difícil contar con minutos?

Que fuera tan duro no me lo esperaba, pero aún así he de reconocer que aquí ya había un equipo que funcionaba bien cuando llegué yo. Un equipo que había batido todos los records el año pasado y sabía que sería difícil entrar, pero no esperaba que lo fuera tanto. Son cosas del fútbol y lo que tengo que hacer es no bajar los brazos y trabajar duro para que el entrenador confíe en mí. Espero aprovechar cada oportunidad que pueda tener de jugar.

¿Cuántas veces vio el gol repetido la noche del domingo?

Todavía no lo he visto. Estuve viendo la Liga inglesa. Intentaré verlo hoy (por ayer).

Usted tiene contrato en vigor, pero no está jugando muchos minutos, ¿su intención es seguir en Valladolid?

Claro que quiero seguir aquí. Nunca he pensado en irme. Lo que quiero es ayudar al equipo todo lo que pueda para conseguir la salvación. Quiero quedarme y mis compañeros y el club están haciendo todo lo posible para que mi adaptación sea la mejor posible. Yo estoy muy contento en Valladolid y lo único que me queda es trabajar muy duro, que es mi seña de identidad, no bajar los brazos. Tengo aún contrato y quiero cumplirlo.

Dice usted que le están ayudando, ¿quién y cómo?

Siempre que necesito algo, puedo contar con ellos. Por ejemplo, en seis o siete meses me han ayudado a hablar mejor el castellano y cuando no lo sabía, también siempre había alguno que hablaba francés o inglés que se ofrecía a ayudarme. Me ayudaron también a buscar alojamiento cuando llegué. Hay muy buen ambiente en el vestuario, algo fundamental para cualquier recién llegado, y yo me encuentro muy bien en este equipo.

¿También le gusta la ciudad? ¿Cómo se encuentra en Valladolid?

La verdad es que yo no salgo mucho, pero las pocas veces que lo hago, la gente es muy amable conmigo y soy feliz en esta ciudad.

El club le considera como una apuesta de futuro, ¿usted también se ve así?

A mí me gustaría que el futuro fuera ya hoy, pero como no estoy jugando mucho, tengo que tener paciencia y seguir trabajando cada día para que el futuro sea pronto el presente.

Mendilibar no es un entrenador que suela destacar la labor de un jugador en concreto, pero tras el partido mencionó su aportación, ¿qué le parece?

Claro que me gusta, y le agradezco sus palabras. Como ya he dicho, no he bajado los brazos por la llegada de Vladimir o por jugar poco. Soy consciente de que lo que tengo que hacer es seguir trabajando y esforzándome al máximo para que luego Mendilibar tome la decisión de poner a un jugador o a otro. Jugar es el premio al trabajo en cada entrenamiento y tengo que seguir así, y ojalá pueda seguir aportando cosas al grupo.

¿Qué le pasa a uno por el cuerpo al marcar un gol tan importante, con todo el estadio celebrándolo?

Creo que demostré que tenía mucha rabia, porque veía antes de entrar en el campo que estuvimos mucho mejor que los rivales y habíamos tenido muchas oportunidades como para no perder ese partido. Como todo el mundo sabe, la pelea es nuestra seña de identidad y en ese momento liberé mucha rabia contenida y sentí una gran alegría.

Estará de acuerdo en que no es un gol como los demás por su trascendencia y por el equipo al que se lo marcó...

Es muy difícil marcar ante un gran equipo como el Atlético. No merecíamos perder y estamos todos muy contentos de haber salvado un punto al final.

¿Cómo fue la felicitación en el vestuario por parte de sus compañeros?

Muy buena, porque mis compañeros siempre están pendientes cuando entro al campo. Me felicitaron todos y nos llenó de alegría no perder el partido.

Estará de acuerdo en que entró usted al partido con una mentalidad mucho más positiva que en otras ocasiones...

Lo cierto es que sí. Cada vez que entramos al campo, tenemos que marcar la diferencia. Desde fuera ves a tus compañeros pelear y sufrir, y cuando te toca jugar, tienes que aprovechar los minutos al máximo.