Más de dos décadas en conflicto

Una relación de odio-odio con el Bernabéu (deportivo, lo aclaramos para que nadie se vuelva loco) que inicia su tercera década; que vivió sus momentos potentes cuando el de Baracaldo lideraba a aquel Athletic de pelea, casta y gabarra (y dos Ligas) y también durante su periplo al frente de la Selección Nacional (cuando les 'pintó la cara' a los miembros de la Quinta del Buitre) y que mañana volverá a cobrar actualidad en el momento en el que Clemente asome la gaita por la bocana de vestuarios. El estadio ha cambiado, los que le pitaban, muchos de ellos, se han hecho mayores, el equipo con el que llega, el Murcia, no engendra ni malos rollos ni es rival deportivo, ya no está Míchel, ni Buyo... sólo permanece él, pero con 'Javi' está asegurada la marcha.

En territorio enemigo intentará sumar su tercera victoria tras sus múltiples visitas. Un triunfo con el que hacer soñar a Murcia con una permanencia casi imposible, con la que romper quinielas y con la que justificar esa obsesión defensiva que ayer le llevó a 'escenificar', explicar, convencer y hasta aburrir a sus zagueros. Pasado el rato de sermón unos miraban al suelo, otros al infinito y él a lo suyo, a su historia, al chavales con todo y tal... Un clásico.