Badiola echa a Eizmendi y encarga el ascenso a Lillo

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Badiola echa a Eizmendi y encarga el ascenso a Lillo

Badiola echa a Eizmendi y encarga el ascenso a Lillo

amaia zabalo

"Hay margen de mejora en el equipo y Lillo lo sabrá sacar"

Eizmendi ya es historia en el primer equipo de la Real. Badiola le destituyó ayer por sorpresa y confía su proyecto y el objetivo de subir a Primera a Juan Manuel Lillo, un técnico tolosarra seguidor de la Real al que a sus 43 años le llega la primera oportunidad de entrenar al equipo que siempre soñó. Llega hasta final de temporada, si sube todo indica que seguirá y adelanta así su llegada a la Real, porque estaba en la agenda del club para la próxima campaña. Pero se la juega, porque cobrará por objetivos: sólo cobrará si sube. Es el tercer entrenador en los tres meses de la era Badiola.

"Tras los últimos partidos, era inevitable buscar un revulsivo para no caer en una muerte dulce. Es un momento triste y asumo la responsabilidad de este cambio, pero considero que en esta plantilla hay margen de mejora y Lillo lo sabrá sacar. Es lo mejor que podíamos hacer por la Real en este momento", apuntó Badiola en referencia a la destitución de un Eizmendi que aceptó volver a ser el técnico del filial: "Lo acepto porque ahora lo importante es que la Real ascienda. Trabajo para el club y si me piden algo, lo cumplo y punto",

Lillo, que fue presentado por la tarde en Anoeta, aseguró: "Vuelvo a mi casa y hay lo suficiente para lograr el objetivo. De lo contrario, no hubiera venido. Asumo la presión y no podemos dormirnos en ninguna excusa. El fútbol no entiende de categorías y en Segunda puedo aplicar mi estilo".

El presidente insiste en fichar a Zigic y utilizar la baja de Vaughan

Badiola aprovechó la presentación de Lillo para insistir en el caso Zigic. "Aún puede haber cambios en la plantilla antes del final de Liga", aseguró de forma tajante en referencia al delantero serbio del Valencia: "El tema está abierto y se puede hacer, pero hay que esperar". El principal escollo lo encuentra en su propia casa. Vaughan ha repetido que no quiere operarse y ayer el presidente le mandó un serio recado: "No se puede contravenir un dictamen médico sin tener un criterio contrastado. Si dentro de unos meses no puede jugar por no operarse, ¿devolverá al club el dinero invertido en él? A él le paga un club y tendrá que hablar y acatar". Incluso fue más allá sobre la operación de Vaughan para traer a Zigic: "Es más factible una solución por la vía galesa que por la danesa".