El Athletic entra de lleno en la carrera por Europa

El 24 de febrero el Athletic perdió en casa con el Villarreal. Parecía el cataclismo, pero un mes y una semana después nadie ha sido capaz de volver a ganar a los rojiblancos. El equipo de Caparrós, mejorado en su juego y crecido en su autoestima, disfruta de 40 puntos (los mismos que consiguió en las 38 jornadas de la pasada temporada) y tiene en sus manos un plácido final de temporada.

Vamos, que una victoria contra el Espanyol, que ahora tiene cinco puntos de ventaja sobre el Athletic y ocupa la séptima posición, permitiría a los rojiblancos soñar con cerrar curso en posiciones europeas: la UEFA exigiría una machada sin apenas derrotas; pero la Intertoto quedaría al alcance. El tercer torneo europeo de clubes garantiza una plaza para un representante de la Liga (el séptimo clasificado siempre que éste no sea el campeón de Copa, lo que correría turno), pero abre otra puerta por invitación para otro más. Eso sí, esta vía tiene el peaje de tener que jugar dos eliminatorias más. Y la primera es en junio.

La racha de buenos resultados de marzo (victorias ante Valladolid, Betis y Getafe y empates con Almería y Recreativo) han apretado el grupo que sigue a los que ahora ocupan posiciones europeas y deja multitud de opciones para lo que resta de campeonato.

Además, en estas ocho últimas jornadas de Liga el Athletic tiene que verse las caras con cuatro de los equipos que le preceden en la clasificación: además del líder Real Madrid, los rojiblancos se cruzarán con el Racing (50 puntos) y lanzado al mejor año de su historia; el Sevilla (45 y último rival del Athletic en el campeonato) y el Mallorca, con el que están emparejados en la clasificación.

Opciones.

En una Liga tan comprimida como la actual hay un amplio abanico de equipos (hasta seis) que están ahora fuera de posiciones europeas que cuentan con opciones de meterse en la última plaza UEFA o en la primera de la Intertoto.

La plantilla, entre tanto, opta por la cautela y por lanzar un mensaje conservador en el que lo que prima es garantizar cuanto antes la permanencia, que ya es un buen currículum después de años de tortura esperando al último córner del campeonato para conseguirlo. Pero no hay duda de que marcar un objetivo ambicioso es un aliciente de importancia para un grupo que podría verse metido en una lucha que le es desconocida desde hace varias temporadas. Sería el adiós a los malos tiempos.