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Primera | Real Madrid - Sevilla

Luis Fabiano y Kanouté amenazan el Bernabéu

Pepe es baja. Robben por Robinho. La zaga visitante está en cuadro

Actualizado a
<b>ADMIRADO. </b>Luis Fabiano posa con varias aficionadas antes de que el Sevilla tomara el AVE hacia Madrid.
toni rodríguez

El Real Madrid quiere a Luis Fabiano, le gusta Kanouté, se interesa por Navas, le apetece Poulsen y sueña con Alves. Tampoco le vendrían mal la zurda de Capel y la despejada cabeza de Monchi. Todos ellos se citan en el Bernabéu para añadir morbo a un partido fundamental que reparte más drama que gloria. Quien pierda hoy saldrá con un arpón en el lomo y quien gane no tendrá otra recompensa que el oxígeno que nos llena los pulmones.

Esta noche los puntos sirven para mantenerse en el camino. El Madrid los necesita para la Liga y al Sevilla le urgen para la Champions. Sin embargo, más allá de los objetivos, el partido está marcado por una rivalidad que se explica desde la atracción fatal. Son tantos los jugadores del Sevilla que ha pretendido el Madrid últimamente, que los cortejos se han confundido con invasiones y se han sofocado igual, a cañonazos. De ahí las últimas derrotas madridistas y el fuego del Pizjuán.

El encuentro escuece. El líder viene de perder en casa contra el Valencia (2-3) y su rival se presenta después de caer en su estadio contra el Atlético (1-2). Desde el principio de la temporada el Sevilla arrastra una irregularidad incontrolable que al Madrid le ha atacado en la segunda vuelta: cuatro derrotas en las últimas seis jornadas y diez puntos menos que en la primera.

Si a esos altibajos añadimos dos grandes plantillas el pronóstico se complica y el interés crece. No olvidemos que se miden el campeón de Liga y el campeón de Copa y UEFA. Dos museos ambulantes.

Cambios.

Por lo que se refiere a las alineaciones, Schuster volverá a cambiar el equipo. Por fuerza mayor y por voluntad propia. La baja de Pepe es obligada (y terrible) porque no se ha recuperado de un golpe en la tibia derecha que le propinaron el pasado miércoles en el Portugal-Grecia. En su lugar entrará Heinze, que formará junto a Cannavaro, restablecido de magulladuras variadas, incluidas las morales. No obstante, mejora vestido de italiano.

Es en la delantera donde el entrenador probará una nueva solución con la esperanza de que un día suene la flauta y le sigan los ratones. Esta vez, el movimiento es doble: Higuaín reemplaza a Baptista y Robben jugará por Robinho. Aunque ambas decisiones parecen consecuencia de la desesperación, la presencia de Higuaín nos resulta estimulante. Cualquier tarde le cambiará la suerte y nos gustaría estar allí.

Por lo demás, Schuster dejó fuera de la convocatoria a Soldado y recuperó a Saviola, lo que nos hace pensar en la fina línea entre la motivación general y la depresión colectiva. No hay un solo suplente que esté a la altura de su nombre o de nuestras expectativas.

El Sevilla también tiene sus achaques, y se concentran en la defensa, su peor línea. Dragutinovic y Escudé están lesionados y, aunque ha entrado en la lista el canterano David Prieto, Fazio y Mosquera serán los centrales titulares. Ambos resultan inquietantes, uno por joven y otro por difuso.

En el centro del campo también será baja Maresca, que cumple castigo por su cabezazo al buen Agüero.

Sin embargo, el Sevilla conserva intacta la Santa Bárbara, su principal fortaleza. Luis Fabiano (22) y Kanouté (9) suman 31 goles y han marcado el 54% de los tantos de su equipo. Son la mejor pareja de delanteros del campeonato, sólo superada en las grandes ligas de Europa por Cristiano Ronaldo y Tévez, que acumulan 38 dianas.

El fenómeno de Luis Fabiano es peculiar. Desde que marcó 29 goles con el Sao Paulo en 2002 nunca volvió a superar los diez tantos por temporada en Liga. Hasta ahora, claro. Por no hablar de su estilo, que también nos confunde, porque encaja mejor con el media punta que con el punta entero. Y, sin embargo, ya ven.

Pizarra.

Tácticamente, el partido no es menos apasionante. Navas y Capel amenazan a los laterales del Madrid, lo que puede ser decisivo en el caso de Sergio Ramos, que es la única salida de los locales por la banda derecha. Marcelo también debería estar preocupado. Y en situación parecida se encuentra Alves, que se verá cara a cara con Robben.

El enésimo tropiezo del Barcelona, esta vez contra el Betis, es el último aliciente para un partido que promete. El Madrid está obligado a aprovechar el regalo porque su credibilidad está en juego. Pero el Sevilla está delante y la rivalidad detrás.