NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Primera | Murcia

Regreso al infierno de Riazor 17 años después

Los de Clemente se juegan la permanencia en un campo maldito

<b>CAMPO INCENDIARIO. </b>Aquella noche de 1991 pasará a la historia del Murcia por todo lo que pasó en Riazor.

Diecisiete años después el Murcia volverá a jugar una final en Riazor, en uno de los estadios 'malditos' para el murcianismo. Allí perdió el 9 de junio de 1991 un ascenso a Primera con el que se contaba (en esa campaña los grana fueron líderes en 35 jornadas) y que aunque se certificó posteriormente con la eliminatoria ante el Zaragoza, se perdió en una jornada trufada de actos antideportivos en la capital gallega que culminaron con el incendio provocado en una de las gradonas del estadio coruñés con el fin de retardar el arranque del partido y así beneficiarse del resultado del choque que medía al Albacete con el Salamanca en el Carlos Belmonte.

Ahora no hay en juego un ascenso y sí una permanencia a la que se agarra el otrora SuperDepor y con la que quiere soñar el actual Murcia de Javier Clemente.

Obviamente no quedan supervivientes en el vestuario, pero sí en el club. En aquella expedición que sufrió en sus carnes la decepción del no ascenso sí estaban el masajista, Arturo Rubio y el doctor Pedro Luis Ripoll. Los dos únicos que pueden dar fe de la dureza de una noche que para Ripoll "es de las peores de la historia del club. Aquello fue de una crudeza brutal y fue el inicio de unos años negros para la entidad".

El hoy veterano, Arturo Rubio recuerda aquella noche "que no sé si es para olvidarla o para tenerla muy presente. Recuerdo como si fuera hoy mismo que había ocho, diez, once hormigoneras haciendo un ruido tremendo. No pudimos dormir y los jugadores llegaron reventados. ¿La policía? Venían y se iban sin solucionar nada... Revancha no, pero ojalá podamos desquitarnos ahora". Un sentimiento que hila con el de un vestuario que ve el choque como una final. Para Abel "hay que ganar para que vean que no estamos enterrados todavía".

El joven Lafita lanzó un mensaje que suena a amenaza: "Ganando al Murcia lo desahuciaríamos". La solución el domingo en tierras de 'meigas', en tierra enemiga.