El Barcelona estaba obligado a vencer al Valladolid para despejar las dudas creadas tras la eliminación en la Copa del Rey y la mala racha en Liga que atraviesa el equipo de Rijkaard (un punto de los últimos nueve disputados). Milito, sancionado y Ronaldinho, que se volvió a quedar fuera de la lista, eran las dos principales ausencias azulgranas. El Valladolid se presentaba en el Camp Nou sin sus centrales habituales, Iñaki Bea y García Calvo. Los de Mendilibar eran conscientes de que el rival no atravesaba un buen momento y llegaban con la intención de pescar algún punto en el estadio blaugrana.

Los locales no dieron concesión alguna y comenzaron el encuentro encerrando en su área a los pucelanos. Este dominio se tradujo en dos ocasiones casi consecutivas de Bojan en los cinco primeros minutos de juego. Baraja bajo palos y los reflejos de Asenjo desbarataron las dos ocasiones del delantero.

Hubo que esperar al cuarto de hora de partido para que el Valladolid lograse atravesar la divisoria del centro del campo por primera vez y visitase las inmediaciones de Valdés. El abrumador dominio del Barcelona redujo al Valladolid a un frontón que se limitaba a defender las embestidas del rival.

Cuando se empezaban a escuchar los primeros silbidos en la grada debidos a la ineficacia de los de Rijkaard apareció Eto'o para abrir la lata. El camerunés se adelantó a Marcos y mandó a la red el centro desde la banda izquierda de Bojan en el ecuador de la primera mitad. Antes, Asenjo dejó claro su prometedor futuro con dos nuevas paradas decisivas a disparo de Iniesta y de Henry.

Pero la alegría de los catalanes duró poco. En la primera llegada con algo de peligro del Valladolid Llorente se dejó caer en el área ante la presencia de Thuram, lo que le sirvió a Paradas Romero para señalar el punto de penalti. Sesma logró engañar a Valdés e hizo saltar las alarmas en el Camp Nou subiendo el empate al marcador.

La igualada tuvo un efecto inmediato en los dos equipos. El Barcelona entregó el control del balón a un Valladolid que se hizo dueño del partido en la recta final de la primera parte.

Se llegaba al descanso con el Camp Nou preso de la incertidumbre por el resultado que reflejaba el marcador y por las dos caras tan distintas ofrecidas por su equipo en el primer acto.

Las aguas vuelven a su cauce

Dos minutos bastaron al Barcelona tras la reanudación para situarse de nuevo por delante en el marcador. Bojan prolongó un pase al área de Touré y el balón acabó en las botas de Iniesta que, tras salvar la salida de Asenjo, hizo que las aguas volvieran a su cauce. La tranquilidad volvía a Camp Barça.

Pero la tranquilidad absoluta llegó rebasado el cuarto de hora de la segunda mitad. El asistente de Paradas Romero compensó el error cometido en la primera mitad con el inexistente penalti sobre Llorente. Bojan conseguía aumentar la ventaja local en una jugada que arrancó con posición antirreglamentaria de Puyol. Un fallo inexplicable de Eto'o, que mandó el balón por encima del larguero desde dentro del área pequeña tras un disparo de Xavi, evitó la sentencia definitiva del encuentro.

Mendilibar intentó remediar lo irremediable moviendo su banquillo. El técnico pucelano introdujo a Manchev, Sisi y Víctor con la esperanza de un gol tempranero que permitiese a su equipo afrontar la recta final del encuentro con opciones de llevarse algún punto del Camp Nou.

Los palos y Bojan sentencian

Sesma, el hombre más destacado en el ataque vallisoletano, dispuso de la mejor oportunidad para acortar distancias, pero su disparo a bocajarro desde dentro del área se estrelló en el palo. Minutos después fue Manchev el que vio como el larguero de la portería de Valdés dejaba sin premio una buena acción personal. La mala suerte se cebó con los visitantes.

Todo lo contrario que con los locales, que en la jugada siguiente al disparo al travesaño de Manchev lograba el cuarto tanto. Eto'o sirvió en bandeja el gol a Bojan, que completaba de esta forma una magnífica actuación.

El Barcelona cumplió con su obligación logrando los tres puntos ante el Valladolid y mete presión al Real Madrid obligándolo a vencer al Valencia para mantener su ventaja de siete puntos.