Primera | Athletic
"La mano de Villar no se ha notado conmigo"
Gurpegi recordó lo suyo al Betis tras jugar con árbitro 14 meses después
Casi catorce meses después, aunque fuese sin dorsal en la camiseta, Carlos Gurpegi volvió a sentirse futbolista. El entrenamiento de Amurrio le vino al pelo. Tiene un hambre atroz por regresar y olvidar su drama. Borrón y cuenta nueva. Desde luego, está impresionante de físico y cabeza. Ese pelo corto le rejuvenece, pero regresa con galones y mensajes de calado. "No se ha notado la mano de Villar conmigo, tendría que llevar más de 200 partidos en el Athletic y estoy en 144. Además, sólo nos han pitado dos penaltis en 28 jornadas". Todo eso le dijo al Betis, que aburre ya con tanta referencia a los favoritismos del presidente de la Federación Española al Athletic.
"Yo puedo hablar bien de lo que es una sanción ejemplar y muy dura", expresó antes de calificar de "justa" la decisión de Competición, que determinó dar por finalizado el Betis-Athletic. "Las condiciones en las que volveríamos a jugar no son las mismas. Los tres puntos los hemos ganado en el campo. Hay que acordarse de los seis que tiene en el ojo Armando. Por mi experiencia, veía difícil esta decisión, pero ha sido acertada", expresó recién terminados los noventa minutos en Amurrio.
Modesto como es, espera que el Athletic llegue salvado para la fecha de su regreso, coincidente con la visita al Santiago Bernabéu. "Si entonces ya hemos sumado los puntos, igual juego", vaticinó. "Me quedarían cinco partidos y toda la pretemporada para estar a tope en el inicio de la siguiente", reflexionó.
Por el momento, trata de aclimatarse a las ideas de "un nuevo míster". Y es que Caparrós tampoco le ha hablado todavía de lo que quiere en el campo. Al utrerano se le vio feliz en el banquillo por su rendimiento, le corrigió una y otra vez que se adelantase rodeando hasta anticiparse al grandullón Joseba en cada salto de cabeza. Recibió cariño desde la banda. "Quedan sólo tres minutitos", le gritó Luci. Podía haber jugado otros noventa, aunque Gurpegi reconociese que la segunda parte se le hizo larga.
"Estoy muy ilusionado, me queda un mes. Volver es la ilusión de mi vida, no me la va a quitar nadie. Me ha tocado vivir una situación muy dura, he intentado llevarla lo mejor posible. Cuando vuelva a jugar, olvidaré los seis años de este calvario", afirmó el de Andosilla. Fue, de largo, el rojiblanco más solicitado por los niños, que le desnudaron de arriba a abajo. Se llevaron de recuerdo hasta su camiseta interior. A nadie se le escapa que lo que ha vivido Gurpegi es inhumano. Lo ha superado y volverá a ser una pieza clave, un titular fijo.