Primera | Athletic
Julen Guerrero dejó ayer de pertenecer al Athletic
Firmó el finiquito después de 16 años de vinculación laboral
Julen Guerrero dejó ayer de pertenecer al Athletic. Su nombre ya no figurará en la nómina del club, tras el acuerdo que alcanzó con la directiva de Fernando García Macua. Se consuma así una salida que estaba cantada. La imposibilidad de conciliar posturas ha venido siendo una constante desde la celebración de las elecciones a presidencia del club el pasado julio. Los acontecimientos de estos ocho meses no invitaban a esperar un desenlace distinto al que a media tarde de ayer se hizo oficial mediante un comunicado colgado en la página web del Athletic.
La nota, suscrita al parecer de manera conjunta, dice que Guerrero ha accedido a firmar un finiquito que engloba "la relación contractual indefinida que la entidad mantenía" con el ex jugador, "de acuerdo con lo establecido en la legislación laboral". Esto quiere decir que el acuerdo respeta la antigüedad de su vínculo laboral con el Athletic correspondiente a la última etapa, como técnico del club. Lo cual supone que la indemnización que ha percibido ronda los 180.000 euros.
Guerrero completó catorce temporadas como futbolista, desde 1992 hasta 2006, y luego suscribió un contrato por el que se mantenía en el organigrama de Lezama como técnico de algún equipo que no fuera el de Primera.
Desavenencia. Tanto el contrato que le extendió José María Arrate como el que rubricó junto a Fernando Lamikiz eran de carácter indefinido, una prerrogativa con la que García Macua no estaba dispuesto a transigir. De hecho, el actual presidente había ofrecido a Guerrero un contrato hasta la conclusión de su mandato, que presuponía la renuncia a la cláusula mencionada. Julen Guerrero se negó en todo momento a aceptar estas condiciones.
En la última campaña electoral, Guerrero se unió al proyecto de Juan Carlos Ercoreca y el triunfo de García Macua en las urnas le situó en una posición incómoda. La nueva directiva no le halló acomodo en la estructura deportiva y los cometidos que le ofreció tampoco fueron de su gusto.