Liga de Campeones | Inter - Liverpool
San Siro amenaza al Liverpool
El Inter apela a la ayuda de los tifosi para remontar el 2-0 de la ida con notables ausencias
El Inter toca a zafarrancho, pero lo hace desde el caldalso al que le condenó el 2-0 de Anfield. Una zapatiesta futbolística a la que acude disminuido, armado con un tirachinas (Ibrahimovic), lo que se antoja exiguo arsenal para percutir en el metálico Liverpool. Será como asaltar el Pentágono con una navaja suiza. Además, su parte de guerra deprime: tocado Cruz, sancionado Materazzi, lesionado Córdoba, lastimado Chivu, golpeado Crespo... Panorama que tiñe de épica los sustantivos manidos en la trinchera interista: milagro, gesta, hazaña...
Aristócratas del fútbol europeo ambos, los italianos vivieron su etapa dorada en la década de los 60, los años de La Grande Inter, con el inimitable Helenio Herrera al mando. Por entonces, en 1965, se toparon con un Liverpool adolescente, un equipo armado por otro genio del banquillo, Bill Shankly. El Inter remontó un 3-1, algo que Shankly nunca olvidó.
Defender con balón.
Hoy el Liverpool ansía los triunfos domésticos interistas, mientras éstos ambicionan los éxitos continentales de los primeros. Benítez se pertrechará en Milán con Lucas y Mascherano, que suple a Xabi Alonso (fue padre ayer). El técnico de Anfield ha advertido que defenderán con el balón en los pies para irse arriba. Torres afilará su discurso junto a la verticalidad de Kuyt y la pegada del todocampista Steve Gerrard.
El Inter optará por desocupar el mediocampo atajando por las bandas con dos laterales largos (Maicon y Zanetti), El Mago Jiménez desengachado en el balcón del área, Stankovic y Cambiasso llegando desde atrás, Crespo como ariete e Ibrahimovic frotando la lámpara. Partido entre transatlánticos de presupuestos titánicos e ilimitadas expectativas.