Vuelve a enquistarse la negociación por Albelda

No hay acuerdo y no hay sintonía, más allá de las intenciones, en la negociación entre Albelda y el Valencia. Ayer, tras una reunión de casi tres horas, las posturas seguían siendo distantes, mucho más que antes del juicio, pero no hasta el punto de romper las negociaciones.

La conclusión es que no hay acuerdo ni visos de alcanzarlo en ningún punto de la negociación. El Valencia considera que su postura de fuerza es mayor, ya ha pasado el trago de acudir al juzgado, mientras que los agentes del jugador valenciano siguen convencidos de que Albelda merece una indemnización y, además, poder elegir su destino con absoluta libertad. Alberto Toldrá, tras la cumbre, no era muy optimista: "Todos buscamos ser flexibles, pero tenemos puntos de vista muy diferentes. Ambas partes debemos ceder".

Prueba de los diferentes puntos de vista es que Juan Soler propuso el lunes a Albelda que se fuera traspasado a un equipo potente y que ambas partes se repartieran la cantidad obtenida de traspaso. El jugador dijo que eso sería lo ideal; que un Chelsea o Inter pagara, pero se trataba de un escenario utópico, ya que el propio club había devaluado a su patrimonio/jugador que, tras ser apartado sin argumentar los motivos, tiene ahora un escaso valor en el mercado.

Dos meses para buscar un equipo con el que entrenar

Si se alcanza esta semana el acuerdo, Albelda abandonará inmediatamente el Valencia. Su último entrenamiento en Paterna está cerca de producirse. Y aunque no se ha dado la situación, si se desvincula del Valencia esta semana, David Albelda necesitará un equipo con el que entrenarse hasta la conclusión de la temporada para poder mantener la forma física de cara a la Eurocopa. Y aquí hay varias posibilidades. La primera, fichar ya por un equipo de cara a la próxima temporada y comenzar a trabajar con la citada plantilla, aunque en este caso la medida debería ser ratificada por el técnico del hipotético equipo destinatario. La segunda, fichar por algún club que pueda adquirir futbolistas y le sirva como equipo puente. Hay dos mercados abiertos en el fútbol mundial de cierto nivel: Brasil y Rusia. El gran problema es viajar a un equipo desconocido, con los problemas añadidos de adaptación, para únicamente jugar allí dos meses y medio. Por último, la tercera vía, más remota, sería recalar en un equipo de Segunda División española que tuviera una ficha libre y acabar la temporada jugando en la categoría de plata.