El centrocampista italiano del Sevilla Enzo Maresca ha achacado los problemas defensivos de su equipo a que "una de las características que tiene es que siempre quiere marcar y todavía no ha ganado ni un partido 1-0 en toda la temporada".

"Personalmente, cuando se va ganando 2-0, prefiero defender e intentar mantener la posesión del balón, pero siempre intentamos hacer algo más y a veces lo pagamos", ha indicado un Maresca que ha recordado que "hay momentos en el fútbol en los que hay que utilizar la cabeza y darse cuenta de que si ganas 1-0 y lo que te rodea no va bien, hay que mantener ese 1-0".

El jugador transalpino ha apuntado que el Sevilla está "sufriendo la presión de haberlo ganado casi todo en los dos últimos años", por lo que considera que "cuando el partido va empate parece que el resultado está en contra". "Perdemos un pocos los papeles. Es lo que pasó en Riazor, que nos empataron y parecía que íbamos perdiendo", ha agregado el italiano.

Maresca, sin embargo, ha reconocido que en la eliminatoria ante el Fenerbahçe, el Sevilla fue "mejor en la ida" pero en el Sánchez Pizjuán, "ellos fueron un poco superiores y demostraron ser un equipo al que si le dejas la oportunidad de jugar, lo hace muy bien". El ex futbolista de la Juventud ha admitido que en este encuentro de los octavos de la Liga de Campeones le hubiera gustado "entrar desde el principio como a cualquier jugador del banquillo", ya que "la eliminatoria se había encarrilado y era una oportunidad de tener el balón, de mantener posesión, pero hay una persona que tiene que decidir y él decidió así", ha comentado en alusión al técnico, Manolo Jiménez.

Por último, Maresca ha subrayado que su actual entrenador "no lo tenía fácil después de lo que había hecho el antecesor", Juande Ramos, y ha considerado que "tiene mucho mérito porque ha tomado la responsabilidad y creo que lo está haciendo bien", por lo que cree que "las críticas son injustas" y ha recordado que a Ramos "le costó cuando llegó".