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Los lunes del Asador Donostiarra | El Castilla pasa revista

"El modelo del Castilla es valentía, ataque y extremos"

Desde zona de descenso al liderato en su grupo de Segunda B ha escalado el Castilla de Mandiá tras un verano en el que se fueron veinte jugadores. El técnico y el presidente explicaron el porqué en el Asador Donostiarra.

Luis Nieto
Mandía y Moreno Cariñena disfrutaron de una agradable conversación junto a los miembros de As

El Castilla estrenó liderato en su grupo de Segunda B el domingo. Buen momento, pues, para sentarse a hablar de los canteranos blancos en su último curso de bachillerato con su presidente, Francisco Moreno Cariñena (Guadalajara, 1941), y su entrenador, Juan Carlos Mandiá Lorenzo (Alfoz, Lugo, 1967). "El Madrid decidió incluir al Castilla en su área profesional, junto al primer equipo y separado de la cantera, por algo. Es una declaración de intenciones: el club quiere tener un equipo en Segunda y ése es el objetivo desde que nos presentamos, el pasado 24 de julio. La Segunda acelera la formación de jugadores".

Moreno Cariñena tiene una larga vida de madridista: socio 2.935 del club, directivo del Castilla del 88 al 91, fundador primero y presidente después de la crítica Asociación para la Defensa del Patrimonio del club y finalmente vocal de la Junta, responsable de la Oficina de Atención al Socio y presidente del Castilla. "Para mí sería magnífico tener catorce o quince jugadores de la cantera en la primera plantilla, pero reconozco que en estos tiempos, especialmente tras la Ley Bosman, es muy difícil. Ahora, el Madrid es un club de cantera". Bien lo sabe Mandiá, al que Vico, un ojeador del club, se trajo de Lugo a Madrid con sólo 14 años. Le habían gustado sus maneras como central infantil de la selección gallega y quiso que lo examinara Luis Molowny en la vieja ciudad deportiva. Aprobó, completó todos los cursos y llegó a primer equipo. Fue un paso fugaz. Jugó dos partidos y luego hizo carrera en Espanyol, Celta y Logroñés. Como técnico también salió de la cantera blanca, fue segundo en el Rayo, llevó al Logroñés a un playoff de ascenso a Segunda y subió a esta categoría al Hércules. "Ahora que se habla del Levante, yo estoy muy orgulloso de lo que hicimos en el Logroñés. Los jugadores estuvieron seis meses sin cobrar y pasamos del medio de la tabla al playoff. Aquel grupo era increíble. También fue fabuloso lo del Hércules, porque el equipo jugó muy bien al fútbol y llenó el Rico Pérez, algo que no había ocurrido desde el Mundial 82. Alicante es un sitio exigente, con presión, pero a mí me gusta entrenar en lugares donde hay vida".

A Mandiá le eligió Michel como segundo en el Castilla la pasada temporada (le dijo que no al Ciudad de Murcia) y en esta Mijatovic le entregó el primer equipo. Dos temporadas bien diferentes: "El año pasado éramos séptimos en Navidad. Pero luego los jugadores empezaron a recibir ofertas y eso les quitó energías. A veces los canteranos o sus entornos tienen demasiada prisa. En salir o en subir al primer equipo. Eso nos hizo entrar en una dinámica mala. Lo ideal es que primero funcione el equipo y después se vea dónde va cada uno". El caso es que a Segunda B se marchó un equipo que contaba con De la Red, Granero, Javi García, Negredo, Borja Valero o Sergio Sánchez, jugadores hoy con gran futuro en Primera División. Mandiá sale al cruce: "Esto habla bien del trabajo de Michel, que consiguió que esos futbolistas crecieran mucho el año pasado". También Moreno Cariñena disculpa el traspié: "Todos sabíamos que, por las urgencias propias del club, el año pasado la prioridad era que el primer equipo ganase un título y ahí se concentraron todos los esfuerzos. Los técnicos del Castilla tuvieron que tirar con lo que tenían, echando mano sólo del equipo juvenil".

Las bajas.

Esta temporada el comienzo resultó aún más complicado. Veinte jugadores se marcharon y el equipo entró con mal pie en la competición. En la cuarta jornada ocupaba plaza de descenso. "Construir un equipo es difícil. Construir un equipo joven es dificilísimo. Y el Castilla juega cada fin de semana con seis o siete jugadores de menos de veinte años contra futbolistas muy hechos y en circunstancias muy adversas. La base del equipo era el Tercera División, que acabó séptimo el año anterior. Pero yo nunca dudé, porque los futbolistas eran buenos y el modelo por el que optamos era bueno para ellos". De modelo y no de dibujo se habla en la cantera del Madrid: "En el club se establecen los principios del juego: ataque decidido, posesión del balón, utilización de los extremos, juego a pocos toques y actitud valiente. No se habla de 4-4-2 o de 4-3-3, sino de jugar bien, que es lo que el club exige. Y también de la otra manera de ganar que ha caracterizado al Madrid: pelear hasta el final. A la afición le han emocionado históricamente esos dos caminos para llegar a la victoria".

En realidad se trata de transmitir a la última generación los valores históricos que le dieron un plus al Madrid, que le hicieron ganar muchas veces con plantillas inferiores a las de sus rivales. A todos los chavales se les entrega cada año un DVD que resume esos valores. "Se les intenta explicar que hay que competir como equipo. Que cuando se juntan buenos futbolistas pueden ser casi invencibles", explica Moreno Cariñena. "En realidad se trata de demostrar que alguien puede ser excepcional en el juego y una persona normal en la calle. Yo tengo grabadas las palabras de Di Stéfano en su último homenaje. El día en que él era el centro de atención para el mundo dedicó el galardón a sus compañeros y a todos los jugadores que hicieron equipo. Hace pocos días coincidió en un acto con Parejo (la estrella del actual Castilla) y el chaval le pidió consejo. 'Juega siempre con el equipo', le dijo don Alfredo", relata en tono de admiración Mandiá.

Todos los técnicos de las categorías inferiores estuvieron ligados antes, de un modo u otro, al club. No es casual. "La labor de un técnico de categorías inferiores es encontrar un modelo de juego y gestionar al grupo. El entrenador es quien debe vigilar el cumplimiento de los valores del club. A mí no me cuesta venderlos porque los siento. Y los clubes hacen bien en fortalecer a jugadores como Raúl, que son ejemplo de esos valores de los que hablamos", concluye Mandiá.

Extranjeros.

La defensa de los valores del Madrid choca, aparentemente, con la incorporación de extranjeros (Gary, Villafañe, Szalai, Schorch) al Castilla: "No hay contradicción. Nosotros no podemos fichar a jugadores de 25 años y hay que buscar donde se puede a los de 20 que pueden ayudarnos. En Valdebebas trabajamos con 300 chavales, pero fuera ojeamos a muchísimos más", se justifica el presidente. "Todo el mundo trabaja hoy bien la cantera. Y no es fácil traerse a un jugador del extrarradio o de otra provincia porque en cada rincón de España está garantizada la práctica de un deporte de calidad. En realidad, nada es casualidad en la cantera. El Madrid goza de grandes porteros en categorías inferiores porque tiene técnicos inmejorables que los preparan, como Miguel Ángel, Jaro o Llopis. Su trabajo es más importante que el efecto Casillas". Mandiá entrega otro ramo de flores a los técnicos: "El Madrid hace un seguimiento específico de cada futbolista. Se intentan explotar los márgenes de mejora, porque al final nuestra labor es tener chicos en perfectas condiciones para cuando los necesite el primer equipo. Que los llamen o no, depende del entrenador, de sus necesidades y de sus gustos. Aquí le otorgamos importancia a todo, a lo físico y a lo táctico. Cristiano Ronaldo es un talento natural al que la preparación ha dado un físico portentoso. Y eso ha necesitado de muchos años". Mandiá concluye que "los jugadores de esta plantilla tienen tanta calidad como los del año pasado y ganas de ser futbolistas. Si no las pierden, muchos jugarán a muchísimo nivel". El técnico es cauto y no se atreve a colocar a ninguno en el primer equipo: "Es que una cosa es hacer futbolistas para Primera División y otra para el Madrid. En el Arsenal pueden pasar cuatro años sin ganar un título y aún así mantienen al entrenador. Aquí hay otra exigencia. Aquí cada temporada se le pide al equipo ganar la Liga y la Copa de Europa".

Con este espíritu afronta el Castilla la carrera por entrar en los playoff. "Será difícil con gente tan joven. Ascender le costaría incluso a la Selección española Sub-19", aventura Mandiá tras repasar cuidadosamente la lista de adversarios: Rayo, Pontevedra, Universidad, Deportivo B y Fuerteventura. "Si nos clasificamos, la intención es jugar en el Bernabéu y llevar a 70.000 espectadores", anuncia el presidente. ¿Y después?: "Lo normal es que si subimos, mantengamos la base del equipo. No destrozaremos lo que funciona con lo difícil que resulta construir un equipo". Moreno Cariñena se gira hacia Mandiá, cuyo contrato concluye en junio: "Sé que tiene muchas novias, pero seguirá aquí". "Póngase como lo ha dicho el presidente", bromea el técnico. Puesto queda.