Samper y Lucas aplazan su divorcio hasta pasar el Getafe

Esta es la historia de quien no quiere cesar a un entrenador, pese a ser consciente de la gravedad del momento y de quien se agarra al contrato, más allá de lo económico, esperando que sea la otra parte quien dé el paso al frente. Es la historia de Samper y Alcaraz, de un divorcio cantado que queda aplazado al domingo, a que el Getafe visite Nueva Condomina. En ese momento, igual ni una victoria garantizaría la permanencia del granadino al frente del equipo.

En el día después a la enésima derrota, Samper optó por el silencio. Pasó la mañana en la Asamblea de la Federación de la que es miembro de su Junta y aparcó, por unas horas, decisiones en torno al Real Murcia. Por su parte el técnico intentó agarrarse a la cotidianeidad y dirigió la sesión de recuperación de los suyos como un lunes más. Incluso Alcaraz reconoció a su círculo más íntimo que, pese a saber que todos los palos caerán sobre él, que la situación es difícil, sigue teniendo fuerza para sacar al equipo adelante y que se aferrará a su compromiso con el presidente de intentarlo hasta el último día. Los dos ganaron tiempo, conscientes de que la semana va a ser larga, sabedores de que el domingo el público del estadio puede estallar en contra de los dos... y también del equipo.

Por ello, según informaciones que maneja AS, y dado que las partes son conscientes en su fuero interno de que la solución no ofrece argumentos objetivos como para pensar en algo positivo, será tras el choque ante la escuadra getafense de Laudrup cuando se tome una decisión que parece cantada y hasta obligada: que Alcaraz finalice sus días como técnico de la primera plantilla murcianista.

La distancia cada vez mayor con los equipos que le preceden en la clasificación, el tener la sensación de que todas 'las teclas' habidas y por haber ya las ha tocado Alcaraz, la percepción de que el vestuario grana ya no cree en el míster y el convencimiento generalizado de que aún siendo mínimas las opciones, el club está obligado a 'un gesto', a cambiarle la cara a la crisis... hacen pensar que tras el choque del domingo se puedan suceder los acontecimientos, independientemente del resultado que se dé.

Candidatos.

La lista de futuribles sigue siendo la misma que hace unas semanas (Clemente, Mané, Luis Fernández, Floro, Vázquez, Paco Flores...) pero ahora, y dada la complejidad de la empresa, gana enteros la opción de un entrenador de la casa, la vía que postulan varios miembros del club desde Murcia, los mismos que (igual que ocurre con el plantel) han perdido cualquier atisbo de confianza en Lucas Alcaraz... y en la propia plantilla. Y es que el día después fue de luto total, de casi descenso previo en las oficinas del club, esperando eso sí que los dos actores se reunan y resuelvan. Hoy, en jornada de descanso del equipo, todos los protagonistas en esta historia permanecerán en un segundo plano.

Samper siempre esperó mucho

Braojos, Peiró, Preciado o Casuco son nombres de técnicos a los que Jesús Samper destituyó. Salvo el lorquino (era noveno a cuatro puntos del tercero pero la inercia era muy mala) todos los demás salieron del club cuando la situación era prácticamente insalvable. El presidente suele confiar en sus entrenadores, tanto que en ocasiones llega demasiado tarde.

Campos y Muñoz esperan noticias

Si finalmente sale Alcaraz y se busca un relevo en las categorías inferiores, dos nombres parecen predestinados a coger la nave. Uno es José Miguel Campos, entrenador del filial de Tercera División y con experiencia en Segunda B. El otro, Pedro Muñoz, técnico del División de Honor Juvenil y que ha dirigido a varios equipos punteros en el Grupo XIII. El resto tienen pocas opciones.