Salía el Barcelona tranquilo a jugar en el Camp Nou sabiendo que jugaban en casa y que la victoria fue suya en el partido de ida. Olvidado el descalabro liguero se puso a jugar como en la primera parte del Calderón. Tocando, dominando la pelota y arrinconando al rival en su campo. El premio no pudo ser mayor en tar poco espacio de tiempo, obra de un jugador en estado de gracia, Xavi.

No se habían llegado todos los espectadores a sus asientos cuando Xavi dio un balón a Ronaldinho en la parte izquierda del área grande, el brasileño ve el desmarque de su compatriota Sylvinho y este centra al área para que Xavi remache la jugada que el inició.

La combinación de juego dinámico blaugrana desbordó al equipo escocés, el Barcelona movía la pelota de un lado a otro del campo, tenía una gran amplitud de miras y atacaba con Messi, Deco, Eto'o o cualquier jugador culé que pisara el área escocesa. Las aperturas a la banda izquierda buscando a Sylvinho estaban llevando el mayor peligro azulgrana.

Ronaldinho tuvo una ocasión pero despejó Boruc con problemas a córner, poco después otro pase de Sylvinho, que Eto'o remató con el pecho, casi entra en la portería del portero rival. Pero no significaba que el Celtic estuviera andando por el césped, todo lo contrario, corrían si cabe más que el Barça pero siempre llegaban tarde o lo hacían detrás del rival.

El entrenador del Celtic Strachan se dio cuenta de este problema y se desgallitó en la banda para corregir este y otros errores de su equipo. El conjunto visitante perdía por un gol pero podía ser por dos o tres pero más por demeritos suyos que por méritos del Barça.

Messi lesionado

Tras la primera media hora, el Barcelona con el gol de ventaja, empezó a bajar el pistón y eso lo aprovechó el Celtic para intentan adelantar sus líneas. El tempranero gol local les vino mal a los azulgranas ya que entraron en un juego anodidno y que parecía recordar el bajón que sufrieron contra el Atlético tras marcar Ronaldinho.

Las pocas buenas cosas que estaban pasando en el partido se torcieron un poco cuando Messi en una arrancada notó un pinchazo y se lesionó. Las lágrimas del argentino abandonando el campo contagiaron a todo el Nou Camp, incluido a algunos de sus compañeros. Henry sustituyó al delantero.

Desde la lesión de Messi, el partido se terminó. El Barcelona aunque dominaba y por tanto era el único equipo que creaba ciertas jugadas de peligro, jugó a otro ritmo. Cumplía el trámite, pero parecían anestesiados, aún jugando mucho en campo contrario.

Escasos detalles culés

En la segunda mitad el Barcelona salió con la velocidad de crucero del final de la primera parte y aunque no entraron en un juego apático desde luego no era muy alegre, más bien grisáceo. Pero el Celtic no sabía aprovechar estas ventajas ya que seguían sin tirar a puerta. Valdés era un mero espectador.

El Barcelona reaccionó al cuarto de hora de la segunda parte y tuvo hasta cuatro saques de esquina consecutivos donde sacaron unas cuantas ocasiones de gol. De esta manera el partido volvió a coger algo de ritmo. A la vez el Celtic al haber subido sus líneas diez o quince metros y al estar el conjunto de Rijkaard más anclado, le costaba más mover la pelota.

El equipo terminó diluyendose en un carrusel de cambios y ante la falta de motivación escocesa. El público se conformó con el pase a cuartos y algún detalle de su ídolo caído, Ronaldinho y alguna jugada aislada. Con los tres hechos cambios por Rijkaard, al no jugar Bojan, se le negó la oportunidad de poder ser el goleador más jóven de la historia de la Liga de Campeones.

Cuando el partido terminaba el Celtic hizó trabajar a Valdés en el minuto ochenta y cinco, todo un récord, pero negativo. El Celtic, al igual que sus aficionados, vinieron al Camp Nou de turismo y le pusieron en bandeja el pase a un Barcelona que cumplió con el guión. Ganó al rival más débil de los octavos, aunque perdió a Messi.