Pletórico Luis García

Primera | Espanyol 2 - Valencia 0

Pletórico Luis García

Pletórico Luis García

Reuters

Partido clave en la lucha por los puestos europeos, resuelto a favor de un Espanyol que hizo lo justo para ganar. El Valencia, sin chispa ni voluntad, acabó con diez. Luis García fue la referencia 'perica' y decidió el encuentro.

Luis García marcó los dos goles del partido y le dio al Espanyol tres puntos fundamentales para seguir peleando por la Liga de Campeones. La semana fue dura para el jugador, discusión con Valverde incluida, y se especuló hasta el final con su posible suplencia. Si cada vez que hay 'mal rollo' mete dos goles, los seguidores espanyolistas estarán deseando que entrenador y delantero se peleen cada semana.

El Espanyol se encontró con el partido de cara nada más empezar, disfrutando de un gol de pillo a cargo del '10' blanquiazul. La jugada nació en un balón largo de Moisés hacia la frontal valencianista, donde estaba Jonathan presto para prolongar de cabeza hacia la posición del delantero centro. Entonces fue cuando apareció la figura de pillo de Luis García, que se adelantó perfectamente a Hildebrand para regatearle y marcar a placer.

El Valencia se encontró un gol abajo prácticamente sin haberse colocado sobre el campo, lo que vino bastante mal a los de Koeman, más acostumbrados a salir al contraataque que a dominar el partido y el terreno de juego. Efectivamente, el centro del campo naranja intentó sin éxito hacerse con las riendas del encuentro, porque el Valencia tenía la posesión pero no llegaba con ningún tipo de peligro al área de Kameni. Como mucho alguna carrera de Villa o alguna intentona desde lejos de Mata o Silva, ocasiones que se esfumaban sin ningún beneficio.

De la Peña, otra vez al dique seco

Un Espanyol muy bien pertrechado atrás solo esperaba la ocasión para matar el partido, y la buscaba a través de los pies y la imaginación de Iván de la Peña, que no dejó de buscar el hueco que solo pueden ver genios como él hasta que se tuvo que retirar lesionado. Mala suerte para el auténtico cerebro del Espanyol, que lleva una temporada ciertamente accidentada.

Los equipos se fueron al descanso con la sensación de un dominio visitante ficticio, porque la sartén por el mango la tenían los locales, que estaban en ventaja con el mínimo esfuerzo. Los entrenadores tendrían de que hablar durante el descanso, pero cualquier cosa que dijeran quedó sin efecto, pues apenas seis minutos después de la reanudación, Valdo aprovechó un tremendo boquete en la defensa del Valencia para entrar en el área y provocar el empujón y consiguiente penalti de su marcador, que incomprensiblemente era el canario Silva.

El penalti fue muy protestado por los 'chés', pero la torpeza de Silva en labores defensivas no dejó lugar a dudas, la falta era clara. Allí fue Luis García, dispuesto a firmar su segundo gol de la noche, lo que consiguió al transformar desde los once metros con mucha sangre fría.

Sin historia

A partir de ese momento el Valencia dejó de especular (no le quedaba otro remedio) e intentó lanzarse a por el empate. No lo logró porque este Valencia no está preparado para lanzarse a ningún sitio, sino para jugar como lo hacía con Quique Flores, porque para eso estaba pensada esta plantilla. La reacción naranja duró menos de cinco minutos y el partido perdió la poca tensión que le quedaba.

En el minuto 65, Luis García estuvo a centímetros de firmar el hat-trick, y no lo hizo porque Hildebrand sacó una mano mágica a un disparo a bocajarro del asturiano desde la frontal. El encuentro siguió por el mismo camino, con el Valencia a ritmo cansino y el Espanyol aguantando los tímidos ataques visitantes.

El equipo de Koeman acabó desquiciado, con Maduro en la ducha antes de tiempo por doble amarilla, con Bruins Slot siguiendo el mismo camino poco después y pensando en la Copa más que en otra cosa. Pero harían mal los chés en centrarse en el torneo del KO, porque quedan 36 puntos en el aire y la lucha por los dos puestos UEFA y los dos que dan acceso a la previa de la Champions más abierta que nunca. El Espanyol fue capaz de olvidar su crisis subido a la espalda de Luis García.