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Segunda | Éibar - Málaga

Bombardeo en Ipurúa

Muñiz prepara su arsenal para un encuentro 'perro'

En Segunda, mentar Ipurúa es como hablar de La Catedral. No porque se parezca a San Mamés, sí por clásico. Huele a la categoría, a tardes de guerra, a fútbol bajo la lluvia y el barro. Digno de espartanos. Las señas de identidad del Éibar siempre han sido la fiereza, una presión asfixiante, un campo trampa, estrechito. Y el juego aéreo. Es posible que, como el fútbol, el conjunto vasco haya cambiado algo su estilo. Se vio en La Rosaleda que los de Mandiola aman más el balón que sus antecesores, pero... el que tuvo retuvo. Por eso se prepara el Málaga para un partido perro.

Nunca han mojado los blanquiazules en Ipurúa. Será por algo. Muñiz prepara su arsenal para intentar romper esta norma. Es irónico que le falte Salva cuando se espera un bombardeo. Vendrían bien sus dotes de piloto para el fútbol directo que se avecina. Están, no obstante, Hidalgo y Baha. Sus acompañantes en el club de los siete goles. El catalán ya negocia su renovación con el club. Suele reivindicarse con goles, como hizo ante el Castellón. Menos fortuna está teniendo Baha, delantero de infantería. El franco-marroquí ansía marcar desde hace varias jornadas. En Éibar le espera un combate, y cuerpo a cuerpo. Pero ya les hizo uno en la primera vuelta. Buena señal. Como las que emana Eliseu. Esta vez está en un campo que es la antítesis de lo que necesita, espacios. Pero es un caza que rompe la barrera del sonido con su velocidad. Examen de oro lejos de La Rosaleda.

Aunque se espera la versión más clásica del Éibar (la que le sirvió para imponerse hace un par de jornadas al Celta), cerca el área también saben combinar con sentido y rapidez. Trabajo doble para los centrales del Málaga y su protector trivote.

Goitia cumplirá hoy 100 partidos en Segunda

Iñaki Goitia visita hoy el País Vasco. Es muy de su gente y de su tierra, pero los años le han hecho sentirse como un malagueño más. El grueso de su carrera profesional ha transcurrido entre el Málaga y su filial. Con el Málaga B jugó la nada despreciable cantidad de 58 partidos en Segunda División. Eso le valió para lograr un contrato en el primer equipo. El año pasado se hizo con la titularidad y ya lleva 41 encuentros en la categoría de plata. 99 en total. En cuanto salte al césped de Ipurúa, cumplirá la centena. Por otro lado, Muñiz sólo mantiene una duda en el once. Javi Calleja está sancionado y deja un hueco en el trivote. Apoño parece el mejor posicionado y ya ha actuado junto a Carpintero e Hidalgo en otras ocasiones. Erice es su competidor y entrará si el entrenador decide amarrar.