Cáceres fue el más listo

Dicen que en el fútbol hay que aprovechar las corrientes positivas y en Huelva ya han aprendido la lección. La llegada de Zambrano ha servido para tomar un aire fresco que le ha alejado del descenso en sólo dos semanas. Saben cuál es el camino para lograr la permanencia y se aferran a él como un clavo ardiendo. Todo lo contrario ocurre en A Coruña, donde el sistema defensivo de Lotina no da los frutos necesarios para salir de abajo. Quizás influya también la rémora que tenía el Deportivo hace sólo un mes, cuando divisaban a lo lejos la tranquilidad. Ahora está más cerca, pero de momento no ha llegado a la orilla.

Y eso que Lotina lo avanzó en la previa del encuentro. De ganar a perder había un mundo y así será. Porque la derrota en el Nuevo Colombino condena a los coruñeses a un sufrimiento casi diario, a pesar de que hay señales positivas. De poco les sirvió adelantarse en el marcador gracias a un penalti lanzado por Verdú tras una mano dudosa de Sinama. Álvarez Izquierdo emuló a González Vázquez en La Romareda y provocó las iras de la afición local. Sobre todo cuando pasó por alto dos manos de Lopo dentro del área. También fueron dudosas, pero el rasero no fue el mismo.

Ese gol le abrió el cielo a los de Lotina, que se agrandó con su sistema de cinco centrales. El Recre sólo avisaba a balón parado, hasta que Beto, de un certero cabezazo, empató el encuentro tras la reanudación. El luso se pasó de pulsaciones y vio la segunda amarilla por levantarse la camiseta. Parecía que el Depor aprovecharía la superioridad, pero ocurrió todo lo contrario. Cuando el Nuevo Colombino aún celebraba el empate, Sinama se inventó un obús desde fuera del área que se coló por la escuadra del joven Fabricio. Un golazo.

El testarazo del delantero francés provocó el cambio de sistema en los gallegos, pero el Recre no se amilanó. El Depor avisó seriamente con un balón al larguero de De Guzmán, hasta que Riki aprovechó un buen pase de Manuel Pablo para lograr el empate. El ex del Getafe echó mano de su calidad para darle vida a su equipo y también a Lotina. La orilla de la salvación estaba mucho más cerca. El Recre rezaba para que acabara el partido porque el punto le valía. También al Depor. Pero la fiesta no acabó.

En un arrebato de furia, Martín Cáceres se adelantó a la zaga visitante (despiste de Coloccini) y mandó a la red el balón tras un gran cabezazo. Huelva rozaba el éxtasis con la segunda victoria consecutiva de su equipo. El 'efecto Zambrano' suma y sigue tras el festival de Montjuïc y deja ya el descenso ya a cuatro puntos... más el gol-average. El Depor es quien marca la frontera del peligro y reza para no morir en la orilla. Es lo que tiene ganar o perder, ya lo dijo Lotina.