"Soñaba con un gol así desde que era un niño"

De la noche a la mañana se ha convertido en un héroe.

Bueno, tanto como un héroe no creo que sea. Sólo he metido un gol, como otro cualquiera. Aunque fue bueno, pero nada más.

Es el nuevo León de la Palmilla...

Eso he escuchado y me han comentado. Pero vamos, no hay que exagerar por un gol. Uno está ahí y quiero lo mejor para mí y para el equipo. Fue bonito mi gol, pero supongo que es más por la garra y por las ganas que le pongo. Todo lo que sean piropos, bueno será.

¿Ha hablado con el León original, Manolo Canillas?

Alguna que otra vez. Vamos, siempre que coincidimos nos saludamos y charlamos. Nos conocemos desde hace muchísimo tiempo. Me sigue desde que yo era pequeño.

¿Y qué le dice?

Después de este tanto no lo he visto. Me dice que me centre, que puedo llegar lejos. También que esté en lo mío y no piense en tonterías, nada más que en el trabajo. Me da muchos consejos.

¿Cómo vivió el gol?

Buf, lo celebré con mucha rabia. Vi que el balón venía perfecto y le pegué con todas mis ganas. No estábamos teniendo muchas ocasiones, me refiero también a los últimos partidos, que fueron empates. Estaba siendo un encuentro muy cerrado y el gol lo abrió.

¿Estaba ensayada esa jugada o salió sobre la marcha?

Salió sobre la marcha. Paulo Jorge estaba junto al balón, yo me fui alejando y vi que ellos no ponían a nadie en el borde del área. Le dije: "Si no ves que se me acerca nadie, me la pones". Paulo me la dio, la enganché con el empeine y la rompí. ¿Que si me hice daño? En ese tiro, no. Pero sí casi terminando el partido, que enganché mal una volea y me hice daño.

¿Ha sido el mejor momento de Apoño como profesional?

El mejor momento, sí. Porque el gol adorna. El mejor partido, no.

Se echó el equipo a sus espaldas...

Intenté hacer todo lo posible. El míster me dijo que intentara tener más el balón y lo cierto es que salió bien.

¿Qué se dijeron ustedes en el descanso para ese cambio de actitud?

Lo primero que hicimos fue animarnos mucho y reconocer que no estábamos bien. En el túnel de vestuarios nos dijimos que teníamos que sacarlo adelante como fuera. Pero cuando disfrutamos fue al final. Hemos dado un pasito más hacia el ascenso.

¿Qué le dice su gente?

Fue encender el móvil y empezar a llegar mensajes y llamadas. Todos me felicitaron. Agradezco mucho ese apoyo.

Seguro que se quedó sin batería.

Apenas me quedaban un par de rallitas de batería y se me agotó de tantos mensajes y llamadas.

¿Cuántas veces había soñado con un partido así?

Con gol así en La Rosaleda, muchísimas veces. Es el sueño de cualquier chaval. Ese ya lo he cumplido. ¿Dedicatoria? No me dio tiempo a pensar en dedicatorias, pero sí que miré casi de reojo a unos amigos míos que estaban en la grada.

Su tanto fue del estilo al que marcó su amigo Raúl Gaitán en Copa

Sí, aunque el que le marcó al Celta fue más lejano.

No pasa por buenos momentos.

Pero seguro que sale de esta. Lo ha hecho de cosas peores. Es un profesional, se parte la cara como el que más en cada entrenamiento y nunca baja los brazos. Llegará su recompensa.

Volviendo a su caso, algunos le ven triunfando en Primera División, ¿dónde está el techo de Apoño?

No sé dónde está mi techo. Yo vivo el día a día. El míster está contando conmigo y tengo que trabajar más duro. Han llegado fichajes nuevos...

¿Le asusta la competencia?

No, al revés. Es bueno tener competencia siempre. Si no la tienes, te relajas.

¿Y el techo del Málaga cuál es?

El techo es llegar a Primera y para eso estamos nosotros. Y creo que vamos a lograrlo.

¿El mejor refuerzo de este invierno han sido los suplentes?

Los suplentes del Málaga son unos pedazos de futbolistas que podrían jugar en cualquier equipo de esta categoría. Como titulares, me refiero. Hombre, yo a estos dos chavales nuevos que han venido (Tiago Gomes y Erice) no nos lo conozco mucho. Pero por lo poco que les he visto, son muy buenos futbolistas.

Por lo que se ve, les han recibido con los brazos abiertos.

Sí, es así. Cualquier compañero que venga al Málaga será recibido por el vestuario con los brazos abiertos. Nos portamos bien con ellos.

¿El Málaga va líder por el ambiente que hay en el vestuario?

Es la base principal. Estamos todo el día de cachondeo, de broma. Y cuando las cosas van mal nos apoyamos unos a otros. Creo que esa es la clave de que vayamos primeros.