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Copa del Rey | Cuartos - Vuelta | Mallorca 2 - Getafe 1

Pase merecido para el Getafe

El Getafe consiguió el pase a semifinales de la Copa de forma merecida. El gol de Granero en la recta final del partido dejó sin validez los conseguidos por Ibagaza y Arango.

ABEL ROMERA
<strong>MERECIDO.</strong> El Getafe consiguió un merecido pase a semifinales con un gol in extremis de Granero.
MERECIDO. El Getafe consiguió un merecido pase a semifinales con un gol in extremis de Granero.Helios de la Rubia

Las victorias logradas por el Mallorca y el Getafe en la última jornada de Liga, ante el Atlético y el Recreativo respectivamente, proporcionaron a ambos conjuntos la tranquilidad suficiente para centrar toda su atención en intentar meter la cabeza en las semifinales de la Copa. Tras el ajustado 1-0 de la ida, la emoción estaba servida. La transcendencia del cruce obligó a Manzano y a Laudrup a poner toda la artillería pesada sobre el campo. La presencia del ex getafense Güiza, esta vez desde el inicio, y del polémico Iturralde, que volvía a arbitrar después del escándalo del Sánchez Pizjuán, añadían aún más interés al choque.

La necesidad apremiaba al Mallorca y el conjunto bermellón lo demostró desde el primer minuto de juego. El conjunto de Manzano salió decididamente al ataque con la intención de anular lo antes posible la ventaja del equipo madrileño, y no tardó en lograrlo. Un saque de falta de Ibagaza desde la banda derecha acabó impactando en la mano de Licht, que se encontraba dentro del área. La acción pasó inadvertida para Iturralde, pero su asistente se encargó de enmendar el error del colegiado, que finalmente señaló el punto de penalti. Ibagaza materializó la pena máxima igualando la eliminatoria cuando tan sólo habían transcurrido siete minutos de partido. Acto seguido, apareció por primera vez en el encuentro la conexión Ibagaza - Güiza, pero el jerezano cruzó demasiado su disparo cuando ya se cantaba el segundo en el ONO Estadi.

El Getafe se dedicaba a observar con pasividad el vendabal mallorquín. Rebasado el cuarto de hora, los de Laudrup comenzaron a dar serias muestras de peligro. Primero fue Casquero el que envió fuera el balón tras un rechace de la defensa local. Pocos minutos después, Lux desbarató una inmejorable ocasión de Braulio desde dentro del área con una mano providencial que evitó el gol del equipo visitante. Pero aún más fácil lo tuvo De la Red instantes después. El de Arroyomolinos envió fuera un remate a puerta vacía de forma inexplicable. Mientras tanto, Ibagaza y Güiza volvieron a hacer de las suyas, pero una vez más el delantero mallorquín malogró la ocasión.

El partido se había desmadrado demasiado pronto. El carrusel de ocasiones había convertido el enfrentamiento en un correcalles en el que ninguno de los equipos prestaba la atención necesaria a la faceta defensiva. Fue entonces cuando el Mallorca puso un poco de cordura y cerró sus líneas para acabar durmiendo el partido hasta el pitido que indicaba el camino al tunel de vestuarios.

Tras una primera mitad en la que no hubo tiempo ni para pestañear, ambos conjuntos dejaron todo pendiente para la reanudación. La emoción seguía en todo lo alto y se antojaba complicado pronosticar hacia que lado caería finalmente la balanza teniendo en cuenta la máxima igualdad observada hasta ese momento.

Tras el descanso, Tena sustituyó en las filas del Getafe a Mario Álvarez, que tuvo que ser trasladado a un hospital debido a un fuerte encontronazo con Varela en el último suspiro de la primera mitad.

El Getafe perdona y lo paga

El guión de la segunda mitad se invirtió con respecto al de la primera. En esta ocasión fue el equipo madrileño el primero en intentarlo. De la Red desperdició su segunda ocasión clara del partido al picar demasiado el balón en un remate de cabeza que acabó perdiéndose por encima del larguero de Lux.

Aunque suene a manido tópico, en el fútbol el que perdona lo acaba pagando. Y así se encargó de demostrarlo el Mallorca en el que era su primer acercamiento a la portería rival tras el descanso. Un centro de Güiza desde la banda derecha fue rematado de cabeza por Arango para adelantar a su equipo en la eliminatoria.

La pelota pasó entonces al tejado del Getafe. Los hombres de Laudrup estaban obligados a lanzarse al ataque en busca del gol que les diese la clasificación para las semifinales. Tras un primer intento de Braulio con un duro disparo que despejó Lux, fue Granero el que estuvo muy cerca de lograr el objetivo, pero el menudo Ibagaza lo evitó sacando el balón bajo palos.

Granero logra el milagro

A medida que pasaban los minutos, quedaba cada vez más claro que un gol, por parte de cualquiera de los dos conjuntos, sería decisivo. Y así fue. Cuando la afición local comenzaba ya a celebrar el pase a la siguiente ronda, llegó el milagro para el conjunto madrileño. Granero puso en juego el balón desde la banda izquierda mediante un saque de falta que, tras pasearse por todo el área del equipo rival, se coló en la portería de Lux.

La expulsión de Granero en los últimos minutos obligó al Getafe a encerrarse atrás y defenderse con uñas y dientes ante las desesperadas embestidas de los hombres de Manzano.

Tras un comienzo de partido espeso, los azulones, hoy de amarillo, fueron superiores a su rival tanto en ocasiones como en juego. El Getafe consigue, por segundo año consecutivo, el pase a semifinales de la Copa. El gol in extremis del conjunto de Laudrup les permite seguir soñando con volver a alcanzar la final.