Tras el gol del Zaragoza, me han comentado que se sintió usted muy mal...

Sí, porque fue un fallo muy tonto. El equipo estaba haciendo las cosas bien y un error como ese te deja tocado.

Cuando terminó el encuentro. ¿A quién llamó primero para contárselo?

Siempre llamo a mis padres y a mi mujer para decirles como ha ido el partido.

Supongo que la noche del domingo se le hizo eterna.

Bueno, la noche y toda la semana. Ahora estoy deseando que llegue el domingo cuanto antes para jugar y buscar algo positivo y así poder olvidar todo lo que ocurrió.

El error fue grande, cambió el destino del partido, pero también hay que decir que el resto del encuentro estuvo muy por encima de la media del Murcia... Ahora, toca levantar la cabeza, y todo pasa por ganar al Levante.

Sí, por supuesto. Este fallo hay que olvidarlo lo antes posible y el domingo tenemos un partido importante. Hay que dejarse la piel en el campo para sacar los tres puntos, que son muy necesarios para conseguir el objetivo.

En estos días tan complicados ¿qué le ha llenado?

Agradezco las palabras de ánimo de mis compañeros, que me han dicho que esto pasa y que ahora lo importante es subir la cabeza y pensar en el próximo encuentro. También se han portado muy bien los aficionados. Uno me vio con mi mujer y mi hija y me paró para decirme que no me preocupe, que sólo ha sido un fallo.

Eso se lo dicen también porque usted se acopló a esta categoría desde el primer día y siempre ha rendido bien...

Trabajo al máximo para intentar dar todo lo que pueda. Este domingo me encontré bien, pero tuve un fallo que realmente es lo que marca todo, lo que queda en la memoria.

No sé si a usted también le pasará lo mismo, pero a mí me ha sorprendido la respuesta de la gente, lo conscientes que son de lo difícil que es jugar en Primera División...

La gente está muy mentalizada de que aunque estamos en los puestos de descenso hay mucha igualdad y que, teniendo en cuenta las dos salidas tan complicada, esto podía pasar.

De todas formas, ¿usted cree que la salvación es posible?

Sin ninguna duda.

Tras la pifia pasó una noche en blanco

Nada más cometer el fallo, tras ver desde una posición 'privilegiada' como Oliveira descerrajaba con su misil el marco de Notario, a De Coz se le vino el mundo encima. Nada más pitar Teixeira Vitienes el tiempo de descanso, el lateral sevillano se dirigió, todavía aturdido, a la caseta. Allí apenas pudo balbucear un "perdón, se que la he fastidiado". Se derrumbó consciente de la gravedad de su error. La respuesta del vestuario fue unánime: tocaba animar al compañero. Los dos entraron juntos en el césped, 'el Nota' le hizo una carantoña y le animó. Eso le sirvió para completar una segunda parte más que digna... pero las fuerzas sólo le aguantaron hasta el minuto noventa. Con el partido finalizado, De Coz se volvió a derrumbar. Siguió el ritual de siempre, el de todos los domingos. Llamó a su mujer y a sus padres y les repitió aquello de "¡la he pifiado!". Ninguno de sus familiares lo había visto. Luego sí. Los resúmenes resaltaron una jugada en la que no dejó de pensar ni durante el largo viaje en bus, ni ya en Murcia en lo que restaba de noche. Una noche en blanco ya que le fue imposible conciliar el sueño consciente de un error que para la plantilla y para la afición ya empieza a estar superado. Él lo quiere enterrar firmando un buen partido ante el Levante. Sólo así superan las buenas gentes 'de pueblo' los errores. Sus compañeros, que valoran su bonhomía y su honradez, esperan que así sea.

Thierry Henry le dejó tocado...

Henry fue una pesadilla para David De Coz en la derrota grana en el Camp Nou. El internacional francés, que llevaba una temporada gris hasta ese partido, fue un martillo por la banda del andaluz, que en todo momento se vio superado por la calidad del galo. Fue el primer partido desde que es jugador del Murcia, en el que De Coz se vio totalmente desbordado por un rival.

... Y en Zaragoza, ya tocó fondo

El fallo garrafal del lateral diestro, que acabó con el primer gol del Zaragoza, terminó de hundir a un De Coz, que si no llega a ser por ese error hubiera completado otro buen partido (incluyendo un pase a Fernando Baiano que no fue gol por muy poco). El ex del Xerez llegó a la caseta hundido, sabedor de que el fallo había sido determinante para el resultado final del encuentro.