El enemigo en casa

Pablo, el ejecutor. 31 segundos. No está mal. Pablo aguantó más de medio minuto en decidir el derbi. Pero, viendo que Agüero y Motta se empeñaban en levantar al Atleti de la lona, el central manchego decidió terminar su trabajo al filo del descanso, al defender un córner sin mirar ni al balón ni al delantero. Insuperable. Ni Harry el sucio. Bueno, mejor pensado, ni Peter Sellers en El Guateque. Sólo le faltó meter un elefante en la portería.

Y sus secuaces. Lo más alucinante del asunto es que no sería descabellado pensar que Pablo es el mejor defensa del Atleti. Glups. No es que el equipo esté algo descompensado, es que tiene una delantera de Champions y una zaga de Regional. Y en cuanto llega un rival medio serio, hay lío. El mercado invernal está abierto...

Líder Motta. Superados los cinco primeros minutos, en los que estaba en ese modo enajenación que tantas rojas le ha costado, Motta demostró ser un mediocentro magnífico. Lástima que se conozca tanto por lo que pega a un tipo que juega tan bien. Su pareja con Raúl García tiene un potencial inmenso.

Iker y los palos. Me niego a escuchar la palabra pupas. No más tópicos, por favor. Los que quieran revolcarse en el fango habitual hallarán motivos: dos palos, tres paradas salvadoras de Casillas, la lesión de Simao, el penalti a Agüero escamoteado por Muñiz... Todo cierto. Pero de cada derrota de cada equipo del mundo se podría hacer un análisis similar. El Madrid ganó porque su portero es increíble, la defensa rojiblanca un cachondeo y porque el Atleti se rindió en la segunda parte. Todo eso no es mala suerte, es fútbol.

Un regalo impagable. Es más, si algo tiene este Atleti es una inmensa suerte. La de contar con Agüero. Ni Cannavaro ni Ramos ni el Séptimo de Caballería, con el Kun de tu lado por cada partido que pierdas, ganarás tres. Si además le acompañan Forlán, Simao, Motta, Raúl García... El futuro atlético sólo puede traer alegrías.

La vida sigue. Se acabaron los derbis por esta temporada. Mejor. A otra cosa. El Atleti sigue en Champions, llegan ya los cuartos de Copa y, luego, la UEFA. El curso aún puede ser magnífico. La defensa, no. Los milagros en Lourdes y en Móstoles. ¡Dichoso Iker!