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Primera | Osasuna - Athletic

El Reyno, paso obligado para una semana mágica

El Athletic busca distancia con la cola y coger impulso para la Copa

<b>ÚLTIMA BATALLA. </b>El año pasado empataron a uno en el Reyno de Navarra, con Amorebieta y Sarriegi como centrales.

Puede que a más de uno todavía le duelan las piernas del partido copero contra el Espanyol. Es probable que incluso más de un futbolista no se pueda ni levantar mañana tras la paliza que espera en el Reyno de Navarra, pero el Athletic se planta en el estadio rojillo convencido de sacar billete para la tranquilidad. No es ya lo que puede ganar en Liga metiendo distancia con uno de los rivales que tiene por detrás en la clasificación, sino lo que puede ganar para la Copa. Salir vivo del viejo Sadar, donde los locales se juegan las habichuelas, daría un impulso impresionante para lo que viene por detrás. Permitiría cerrar una semana mágica, iniciada con victoria liguera ante el Sevilla y pase copero a los penaltis con el Espanyol, y abriría la caja de las ilusiones: para eliminar al Racing en cuartos, para superar al Barcelona en Liga.....¡Para soñar!

Quien iba a decir a este Athletic dubitativo en 2007 que el primer mes de 2008 le ponía en bandeja cambiar su racha de mala suerte. Los penaltis del Lluis Companys dejaron claro que el mal fario quiere desaparecer. ¿Por qué no repetir victoria en el Reyno? En el fondo, es lo que acostumbra a hacer el Athletic en sus visitas a la cancha navarra. Desde el último ascenso rojillo (1999-00), los rojiblancos sólo han perdido una vez en Pamplona. El resto de comparecencias se cuentan con saldo positivo: tres victorias y otros tantos empates.

Caparrós apenas ha dispuesto de tiempo para preparar el partido. El equipo llegó el jueves desde Barcelona y con las piernas como bloques de hormigón, el técnico no ha podido hacer más que un par de entrenamientos de medio lado. En ese plan, el trabajo ha sido más psicológico que físico. ¡Venga, que podéis! puede ser el resumen de estos dos últimos días en Lezama.

Comprometido. En el otro lado no están tan bien como en Bilbao. Puede que físicamente estén mejor, pero anímicamente no paran de recibir palos. Eliminados de Copa en los dieciseisavos de final, han rumiado durante toda la semana su recién estrenada posición de equipo en descenso. Y eso nunca es buen síntoma. El encuentro contra el Athletic tiene un compromiso máximo para los jugadores de Ziganda, que están satisfechos con el trabajo de su técnico pero son conscientes de que quedarse en blanco con el Athletic supondría una bronca de las de aúpa.

El Osasuna-Athletic tiene todos los alicientes del mundo para convertirse en uno de los partidos de la jornada. Allí, en la bombonera rojilla, se vivirá un domingo de pasión.