El colista salvó un punto en el último suspiro

Al Mallorca se le escapó en el minuto 88 una victoria que parecía ya hecha, pero al igual que sucedió recientemente en Almería (en la vuelta de los dieciseisavos de la Copa del Rey) el central brasileño Álvaro dio la sorpresa con un gol que supuso el empate. Con similar planteamiento saltaron al campo los conjuntos de Gianni de Biasi y Gregorio Manzano, bien plantados en defensa y con órdenes de buscar con rapidez el contraataque siempre que fuese posible. En consecuencia, se vio un partido atractivo e interesante desde el pitido inicial, con constantes aproximaciones a las áreas y ocasiones de ida y vuelta en las que el Levante tuvo algo más profundidad gracias a las acciones individuales de Riga.

Por contra, el conjunto balear sacó provecho del buen toque y la inspiración del argentino Ibagaza, muy activo en el centro del campo y sobre todo incisivo en los pases hacia Arango y Güiza. El primero en golpear fue el Levante. El gol llegó en una embarullada acción dentro del área de Moya en la que Geijo se fue al suelo cuando intentaba rematar, falló, pero se levantó de nuevo batió al meta mallorquinista. Con esta acción el delantero hispano-suizo del Levante se estrenaba en Primera División, ponía fin a una "sequía" personal de más de 800 minutos y una colectiva que llegaba casi a los 600.

Pero el Mallorca no se amilanó, era consciente de que jugaba en casa del colista y siguió jugando a lo mismo con paciencia e inteligencia. Y en la primera acción en la que el Levante descuidó su espalda llegó el empate. Como era de esperar, uno de los hombres más peligrosos y en forma del Mallorca, como es Ariel Ibagaza, acertó en uno de sus pases al corazón de la defensa y Güiza no falló. El Mallorca se creció en los últimos minutos del primer tiempo gracias a un cuarteto de futbolistas: Ibagaza, Jonás, Güiza y Arango que volvieron loca a la defensa local en tres buenos contraataques y cerca estuvieron de adelantar de nuevo a su equipo.

El paso por los vestuarios sirvió al Levante para tomar aire y tratar de recuperar su superioridad, y de nuevo se vieron acciones de mérito en ambas áreas. Ibagaza y Arango a punto estuvieron de marcar de no ser por las intervenciones de Kukovic. Por contra, Moya también tuvo que esmerase a fondo para atajar un buen disparo de volea de Courtois. Pero la efectividad, el fútbol de Primera División, estuvo hoy en las botas de los delanteros del Mallorca, especialmente en las de Güiza, que avisó en el 78 estrellando un balón en el palo y sólo unos segundos después marcaba el 2-1 asistido por Valero.

A partir de este momento el juego se durmió por completo, la resignación se apoderó de los jugadores del Levante y el Mallorca quizá se contagió de estas sensaciones. Un error para los de Manzano sin duda, puesto que en el último suspiro del encuentro y en una acción a balón parado llegó el gol de Álvaro, que no sirve de casi nada al Levante y que sin duda lamentará el Mallorca. Quizá con algo más de fuelle, el Levante podría haber puesto hoy en aprietos a un Mallorca que no atraviesa por su mejor momento en Liga, pero además de confianza, calidad y ánimo, los jugadores del Levante tampoco tuvieron fondo.