Schuster gana como Capello

Primera | Levante 0 - Real Madrid 2

Schuster gana como Capello

Schuster gana como Capello

AP

Dos goles de Van Nistelrooy, el primero después de un discutido penalti, dieron la victoria a un Real Madrid que ofreció una imagen más que discreta ante el colista, que puso en evidencia a un líder que va camino del récord de puntos. Los números es de lo poco que no se le puede discutir al equipo que entrena Schuster. Los triunfos de este Madrid recuerdan peligrosamente a los del Madrid de Capello.

A lo largo del curso hay partidos que parecen incómodos para los equipos grandes, en los que cuesta concentrarse y cuya motivación no va más allá del alivio que supone tachar una fecha en el calendario. Son esos encuentros en los que la distancia con el rival es tan grande que el exceso de confianza acaba contaminando a todo el grupo. La entrega del pequeño y el aire funcionarial con el que ejecuta sus acciones el grande provocan que esa teórica superioridad se diluya.

Estaba avisado el Real Madrid antes de visitar al Levante, pero el mensaje no surtió efecto y el colista dejó en evidencia al líder, que durante 75 minutos se sintió muy incómodo y no supo encontrar la solución a una alarmante falta de fútbol. El camino hasta la victoria lo halló de forma casual, en un penalti tan absurdo como discutible de Serrano, que cortó con el brazo un pase de Higuaín. La voluntariedad de la acción sólo la conoce el defensa del Levante. Van Nistelrooy convirtió el lanzamiento desde los once metros y a Bernd Schuster se le relajó el semblante. La sentencia definitiva llegó ya casi al final, con un disparo desde fuera del área del delantero holandés.

La pegada que de tantos embrollos ha sacado al Madrid tampoco fue esta vez la solución. Antes del penalti hubo dos tiros al palo, de Baptista y Robinho, y Raúl también acarició el gol en el primer tiempo, pero lo que en otras tardes hubieran sido tres goles se quedaron en tres sustos para el Levante.

Hasta el penalti, esas tres ocasiones fueron el único argumento ofensivo que presentó el Madrid ante el colista, que con orden y entrega sacó los colores al líder, que echó en falta a un director de juego. Con Guti en el banquillo, le corresponde a Gago tener más presencia en el desarrollo de los partidos, pero el argentino no termina de centrarse. Como tampoco acaba de alcanzar su mejor versión Sneijder, que ahora apenas tiene peso en el juego de su equipo.

Sin creación en el centro, hasta la salida al campo de Guti el balón no llegó nunca limpio a la zona de ataque. Robinho y Baptista tampoco aportaron todo lo que deberían y Raúl y Van Nistelrooy lo pagaron. Se movieron y buscaron los espacios, pero la pelota siempre se movía demasiado lejos de ellos. Una de las pocas notas positivas la protagonizó Pepe, que volvió a sacar de más de un apuro a su equipo. El portugués demuestra partido a partido que el Madrid fichó a un central para muchos años.

Con esta victoria tan sufrida como poco vistosa el Madrid va camino del récord de puntos y acaba la primera vuelta sentado cómodamente en el liderato. Las cifras son tan contundentes como evidente es la falta de fútbol en un conjunto que en ocasiones recuerda peligrosamente al que entrenaba Fabio Capello. Por ahora, la excelencia sólo está en los números.