Pobre imagen, buen resultado

Presentaba el Barça una alineación que refleja las circunstancias de la plantilla. Silvinho hacía las veces de verdugo del castigo a Abidal por su desastrosa actuación del miércoles, Márquez ocupaba la vacante de mediocentro, Iniesta lo vería desde el banquillo y entraban Gudjohnsen y Bojan, que tenía ante sí la oportunidad de exhibirse. Con estos mimbres debía ser Xavi el encargado de canalizar el juego azulgrana, con la única ayuda del islandés, menos toque pero más llegada.

Le costó a los de Rijkaard hacerse con el control del encuentro.De hecho, los primeros minutos el Murcia se permitió incluso llegar con asiduidad. De Lucas tuvo la mejor oportunidad para su equipo, pero cuando tenía a Baiano en posición franca, decidió intentar resolver él mismo y erró.

Una elección diferente pudo haber dado otro cariz al encuentro, ya que a partir de ese momento el Barcelona se fue asentando poco a poco sobre el césped y, sin hacer nunca un juego ni mucho menos espectacular, fue apretando cada vez más a un Murcia que mostraba un cierto nerviosismo atrás.

El conjunto local, como hemos dicho, no hacía nada del otro mundo. El balón apenas circulaba y se buscaba finalizar la jugada lo más rápido posible, por las bravas. No había imaginación, ni chispa, ni nadie que aportara algo diferente. Todo se convertía en totalmente previsible, más aún cuando el balón llegaba a los de arriba, principalmente Eto'o, desaparecido como en el Pizjuán, y Henry, simplemente aceptable.

Pero el Barça es el Barça y nunca deberás ni perdonarle ni fiarte. El Murcia ya había hecho lo primero, e hizo lo segundo cuando una jugada de Zambrotta por la derecha termina en las botas de Gudjohnsen ante la pasividad de la zaga. El remate del todoterreno blaugrana entró llorando en la meta de Notario, que seguramente pudo hacer algo más.

De ahí al descanso poco más ocurrió. De Lucas siguió siendo el principal arma ofensiva de los pimentoneros, con la tímida aportación de Goitom, que decepcionaba en su primera aparición en el Camp Nou tras su golazo de la semana pasada. Pero el Murcia necesitaba hacer mucho más para lograr lo que el rival había conseguido sin prácticamente ningún esfuerzo. El conjunto que tiene lo que marca la diferencia se fue al descanso con ventaja en un encuentro en que ninguno lo merecía.

Se derrumba el Murcia

Los primeros instantes de la reanudación fueron un plagio de la primera parte. El Murcia salió de nuevo peleón tras la pobre imagen que había dado del Barcelona, y Baiano tuvo el empate en sus botas tras un despiste defensivo que permitió al brasileño plantarse ante Valdés. Mitad desacierto del delantero, mitad acierto del cancerbero, el balón no entró y por segunda semana Valdés volvía a reivindicarse apareciendo cuando más falta le hace a su equipo.

Pero la respuesta 'culé' no tardó en llegar, y como es habitual, fue más contundente que el aviso previo. Tras una gran jugada de Henry, el mejor de su equipo por segundo encuentro consecutivo, Bojan remata a placer el pase del francés y sentencia el encuentro. Habían pasado sólo seis minutos, pero los hombres de Alcaraz demostraron no haber aprendido la lección.

La única duda que quedaba ya hasta el final del encuentro era si el Murcia terminaría por hundirse y llegaría la goleada. Y eso fue lo que ocurrió poco a poco. Con el paso de los minutos los jugadores murcianos iban bajando los brazos y los barcelonistas encontraban más espacios, tenían más el balón y las ocasiones caían por su propio peso.

La entrada de Iniesta ayudó a que el juego mejora sensiblemente, pero el auténtico líder del ataque era Thierry Henry, la mejor noticia para la hichada azulgrana ante la marcha de Eto'o. Y el francés se tornó en el mejor aliado del camerunés, empeñado en regalar un gol a su estadio antes de su partida. A punto estuvo de hacerlo en una primera ocasión, pero Notario, sin saber muy bien como, terminó por desviar el cuero. El tanto llegaría minutos después, tras una perfecta combinación entre Silvinho y Henry que puso un gran balón al '9'.

No terminó ahí la fiesta del camerunés. Poco después redondeó su gran noche particular haciendo el segundo a pase de Giovani, que había sustituido a Bojan. Ante la tremenda ovación del colliseo blaugrana, Eto'o dejaba su sito al joven Pedrito, la nota anecdótica del encuentro. No hubo tiempo para más. El Barça, aunque ofreciendo una mala imagen, sobre todo por lo ofrecido por el rival, cumple con su parte y se lleva la victoria, lo mínimo que se le puede exigir, para al menos no perder comba con respecto al Real Madrid.