Lafuente frena al Athletic
Un gran partido de Lafuente sirvió al Espanyol para arrancar un valioso empate en San Mamés, tras un partido que demostró la falta de pegada del Athletic y el momento de gloria que viven los de Barcelona. Jonathan hizo un golazo y Susaeta le dio algo de aire a los leones poco después. La eliminatoria se inclina ligeramente del lado catalán.
Sorprendió Caparrós dándole el timón del encuentro a Tiko y a Muñoz, que se habían convertido prácticamente en desconocidos para la afición de San Mamés. Por los visitantes, 'Txingurri' Valverde volvía a casa y quiso hacerle sentir lo mismo a Lafuente, que ocupó la portería de su antiguo estadio al sustituir a Kameni, concentrado con Camerún.
El Athletic salió como el antiguo rey de Copas que solía ser, acorraló al Espanyol en su área y buscó el gol de todas las maneras posibles, por la derecha, por la izquierda, por alto y por bajo, pero ni los delanteros bilbaínos tenían puntería ni Iñaki Lafuente estaba por la labor de dar una alegría a sus ex.
Cuando llegaban los visitantes lo hacían igual que en Liga, es decir, rápido y directo, pero la diferencia con el campeonato semanal es que en lugar de Tamudo jugó Jonathan Soriano, con lo que la munición barcelonesa mermó notablemente. Aún así, el canterano demostró que puede valer, porque se mueve con intención y es hábil con el balón. Desde luego, le queda margen de mejora, ya que exhibe tan solo 22 años en su DNI.
La grada se enfadó bastante con el árbitro, y con razón, porque Teixeira se tragó un penalti clarísimo de Moha sobre Susaeta y se equivocó en un par de faltas en el mediocampo. También es cierto que perdonó la roja a Muñoz en una entrada por detrás sobre el propio Moha.
Los goles, en la segunda mitad
La salida del Espanyol en la segunda parte fue más digna, aunque la inercia de la primera mitad le llevó a confiar en la nula pegada del Athletic y se echó hacia atrás. Los visitantes habían sobrevivido sin que se tuviera que esforzar nadie más que Lafuente, así que igual pensaron que la mejor forma de no cansarse sería esperar un contraataque bien tapaditos y confiar en la gran actuación de su portero.
Se sucedían las llegadas del Athletic, pero la falta de gol de los de Caparrós es alarmante. Una vez más se cumplió el dicho de que quien perdona lo acaba pagando, y en el minuto 68 Jonathan nos dejó una perla gracias a la habilidad técnica que mencionamos antes. Luis García se inventó un pase para enmarcar, desde su propio campo, que el de Manresa controló con la punta del pie, y sin dejarla botar batió a un Aranzubia que salió muy mal.
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Los leones se enrabietaron y siguieron empujando, lo que les valió un premio que puede no ser suficiente para la semana que viene en Montjuïc. Susaeta, el mejor de su equipo, enganchó un balón en la frontal en semifallo, que encontró el único hueco que dejó Lafuente en todo el partido.
Al final, demasiado botín para tan poco esfuerzo para el Espanyol, porque el gol de Jonathan le pesará y mucho al Athletic la hora de buscar los cuartos.
