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Copa del Rey | Athletic-Hércules

El Athletic se juega la vida en una cita con morbo

El ex león Goikoetxea puede meter en un lío a la tropa de Caparrós

Si 2007 fue agónico para el Athletic (el último partido de Liga ante el Murcia expuso un fiel reflejo de lo que ha vivido este equipo en el año recién extinguido), 2008 arranca con un triple mortal con doble tirabuzón, caída picada y todo lo que se le pueda ocurrir a cualquier mago de la gimnasia. Y es que el Athletic, aunque sólo se hayan consumido poco más de 24 horas del nuevo año, se juega la vida en la comparecencia copera de San Mamés frente al Hércules. Alguno todavía estará con las serpentinas a cuestas y quizá todavía descorchando botellas, que todos sabemos bien lo que es estirar las fiestas, pero no hay que pasar por alto que la cita de esta noche (22 horas) es salvaje. Vamos, que la madrugada puede ser una continuación de la celebración del Añonuevo o una fustigación en toda regla.

La eliminatoria más larga de la historia (pocos cruces de Copa arrancan el 13 de noviembre y finalizan el 2 de enero) está plagada de trampas para los rojiblancos, que por eso de ser equipo de superior categoría y jugársela en estadio propio tiene todos los condicionantes para ser favorito. Pero, a estas alturas nadie está por la labor de creer que será un camino de rosas. Ni el resultado de la ida es concluyente (el 2-2 asegura vida siempre que el partido acabe en empate con menos goles), ni el Hércules ha arrojado la toalla. Es cierto que la aspiración de los alicantinos es retornar a Primera División, aunque no es moco de pavo entrar en el bombo de octavos. Y para eso, que sería fatal para el Athletic, sólo hay que marcar un gol más que el contrario. ¿Imposible? Para nada.

Incontrolable.

Con ese panorama, es tangible que el partido será incontrolable. Primero porque el Athletic ha demostrado con creces que es un grupo con demasiadas lagunas para ejercer el pastoreo y conducir a su rival por la senda adecuada y segundo, porque el Hércules no está en Bilbao de paseo. Los blanquiazules sueñan con tragarse al Athletic en la Copa y con llevarse otra pieza de cotizada taquilla en el sorteo de octavos de final.

Los alicientes del choque de esta noche se cuentan por docenas. Y el morbo se carga a paladas. Por ejemplo, el que pone Andoni Goikoetxea, historia viva del Athletic como futbolista y uno de los integrantes del último equipo campeón de Liga y Copa. El de Alonsotegi dirige ahora al Hércules desde el banquillo y puede meter en un lío tremendo a Caparrós. Además, Goiko nunca ha escondido que uno de sus anhelos es sentarse como técnico en el banquillo local de La Catedral. De esta o de la que se empezará a construir dentro de pocos meses en los terrenos de la vieja feria.