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Copa del Rey | Dieciseisavos - Vuelta | R. Madrid 2 - Alicante 1

Guti al rescate

En el partido de ida el Real Madrid empató a uno en Alicante con una imagen de reservas sin ambición, pero en la vuelta ha mostrado una cara bien distinta encabezada por Soldado, Higuaín y algunos detalles de Robben y Balboa. Sin embargo, la prórroga estuvo a punto de llegar gracias al buen hacer de los visitantes hasta que Guti se sacó un disparo en el descuento.

Javier Bragado
<strong>SALVADOR.</strong> Guti jugó un partido discreto pero apareció en el último minuto para marcar el gol de la victoria.
SALVADOR. Guti jugó un partido discreto pero apareció en el último minuto para marcar el gol de la victoria.REUTERS

Con Soldado y sin Saviola en la alineación titular, los de Schuster han entendido el mensaje de su entrenador desde el primer minuto y no han mostrado una actitud tan indolente como en el partido de ida. De hecho, los pocos espectadores que han acudido al Santiago Bernabéu han disfrutado de uno de esos partidos habituales en la temporada con numerosas llegadas de uno y otro equipo.

Las condiciones parecían perfectas para que Guti y Robben reivindicasen un puesto entre los titulares, pero ambos han tenido dos caminos bien diferentes ante el Alicante. El capitán blanco, quien brilló en gran parte del partido de ida, apenas ha encontrado las vías de llegada a sus dos delanteros (Soldado e Higuaín) en un centro del campo que no ha dominado su equipo porque los alicantinos han superado a los madrileños con su juego de velocidad. Robben, por su parte, ha comenzado tímido en su banda izquierda pero progresivamente se ha ido animando hasta intentar los desbordes y mostrar algo de la calidad que apunta el holandés.

Sin embargo, quien más activo y participativo ha estado desde el pitido inicial ha sido Roberto Soldado. El delantero se ha desmarcado, ha regateado, ha buscado las triangulaciones y sólo las acertadas intervenciones del portero y la defensa rival han impedido que abriera el marcador.

Pero el Alicante no ha sido un sparring sin mordiente y condenado a su suerte sin pelear. Al contrario, los visitantes se han impuesto en el centro del campo y en numerosas jugadas han mostrado su rapidez y su buen criterio para mover el balón ante un rival de gran calado. De hecho, Cañadas -el más destacado en la ida- fue una pesadilla por su calidad entre líneas y Sergio Ramos tuvo que esforzarse para que Tito no marcara con un disparo desde fuera del área.

El primero de Robben

Ambos se encontraban en el intercambio de golpes cuando llegó el momento clave. Higuaín servía el balón a Robben en el interior del área y el holandés anotaba con una volea de calidad el primer tanto del partido para disfrute del Bernabéu. Los chicos de Schuster tenían el premio a su entrega y los alicantinos respondían casi de inmediato, pero Dudek salvaba un mano a mano con Álvaro para marcharse al descanso con 1-0 en el marcador.

El Alicante no se achicaba y a la salida de los vestuarios saltaba con las mismas intenciones que en la primera parte mientras los madridistas se acomodaban con la victoria provisional. La entrada de Torres y Saviola en lugar de Marcelo y Soldado perjudicó al Real Madrid pues los visitantes aprovecharon la indecisión en la banda izquierda para una entrada de Álvaro, cuyo gran centro que Borja cabeceaba a gol.

Con la igualdad y la sombra de la prórroga en el campo los locales recuperaban la actitud y la decisión de los primeros minutos ante un Alicante que no perdía la cara al partido. De nuevo las ocasiones se sucedían en ambas porterías -más numerosas en las cercanías de Ricardo- y con la sensación de que el Madrid se acercaba más al gol. De nuevo los momentos épicos retornaban porque Gago disparaba al poste, Robben no ajustaba la puntería, Saviola cabeceaba fuera y el susto alicantino de rigor llegaba con un lanzamiento lejano que detenía Dudek.

La clave

Y cuando todo parecía que se solucionaría en la prórroga apareció Guti para cambiar el desenlace. Era la última jugada del partido, los alicantinos se agazapaban al borde del área y el capitán madridista aprovechaba el espacio para lanzar una parábola que acababa con los sueños visitantes. Habían arañado hasta forzar la prórroga los alicantinos y se quedaban a las puertas, mientras que los madridistas evitaban el tiempo suplementario de un partido que pudieron haber sentenciado de haber aprovechado sus ocasiones.