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Primera | Barcelona 0 - Real Madrid 1

El Madrid se adueña de la Liga

Golpe de autoridad del Real Madrid, que fue muy superior al Barcelona y sale del Camp Nou reforzado en el liderato gracias al gol de Baptista, que completó un notable partido. Los azulgrana vivirán las Navidades situados a siete puntos de los madrileños. Casillas volvió a dejar claro que es el mejor portero del mundo y Pepe fue el líder de una gran defensa.

<b>BESTIAL.</b> Júlio Baptista logró el gol de la victoria y completó un gran partido.
BESTIAL. Júlio Baptista logró el gol de la victoria y completó un gran partido.AP

En el momento de la verdad, cuando a uno se le exige que demuestre su categoría, que aclare si es cierto todo lo que hablan de él es cuando más se ven las carencias de los débiles y las virtudes de los poderosos. Es una apuesta a todo o nada. Si sale bien, uno sale reforzado. Pero si sale mal, queda retratado para mucho tiempo. Esta vez el débil fue el Barcelona, superado tácticamente, por juego y por ocasiones por un Real Madrid que demostró personalidad, conocimiento del juego y oficio y que se apoyó en un orden defensivo impecable y en su superioridad física para triturar las ambiciones de un Barça que se aleja siete puntos del liderato.

No fue un encuentro de juego alegre y quizá por ahí comenzó a ganar el choque el Madrid, que no necesita ser brillante para ganar. El equipo que entrena Bernd Schuster se siente muy cómodo cuando son el oficio y la personalidad los parámetros que marcan la diferencia. Ejerció un dominio absoluto sobre un decepcionante Barcelona, donde Deco estuvo casi tan desaparecido como Ronaldinho, una sombra del futbolista que fue y que deambula por el césped como alma en pena. Sólo Eto'o e Iniesta estuvieron al nivel que requería la dimensión del acontecimiento.

La trascendencia del pésimo momento que vive Ronaldinho va más allá de su persona, porque condiciona a un conjunto como el Barcelona, que en estos momentos no puede permitirse el lujo de sentar a Bojan o a Giovani para que juegue el brasileño, que hace apenas dos años era con diferencia el mejor del mundo y ahora no muestra el nivel necesario para ser titular. Fue pitado por el público que un día le idolatró y ya no aguanta su forma de entender su profesión. Escribió Cesare Pavese en La Playa que "nada es más inhabitable que un lugar en el que se ha sido feliz". Y lejos de Brasil en ningún sitio ha sido más feliz Ronaldinho jugando al fútbol que en el Camp Nou.

El comienzo del encuentro ya apuntó cuál sería el guión de la historia. Mejor imagen del Madrid, con el Barcelona perdido y que logró sobrevivir mientras le duró la inspiración a Iniesta. Muy pocos argumentos para discutir la victoria al Madrid, que volvió a contar con un inspiradísimo Casillas, que salvó dos mano a mano a Eto'o e Iniesta en la misma jugada y poco después le sacó un envenenado disparo a Ronaldinho, después de una espectacular acción de Iniesta. Lo de Iker es sencillamente genial. Insuperable.

Pepe, excelente

Además esta vez se encontró delante con una línea defensiva dirigida por Pepe y Cannavaro que se convirtió en un muro imposible de escalar para los hombres del Barcelona. El central portugués estuvo contundente cuando fue necesario y fino en la salida del balón, algo que hacía tiempo que no se veía en un central del Madrid. Excepcional encuentro el suyo. Sergio Ramos y Heinze completaron una zaga que ofreció un rendimiento casi perfecto.

Como perfecta fue la aportación de Júlio Baptista, condenado a comienzo de curso a ver los partidos desde la grada y que gracias a su profesionalidad y confianza en sus posibilidades se ha convertido en una pieza imprescindible en la maquinaria de este Madrid que con el triunfo en el Camp Nou se ha adueñado de la Liga. Y lo ha hecho gracias a un gran gol del propio Baptista, que después dibujar una bonita y efectiva pared con Van Nistelrooy mandó el balón lejos de las manos de Víctor Valdés, que sólo pudo ver cómo el balón entraba por la escuadra. Con ese gol el Madrid comenzó a ganar quizá algo más que un partido. Empezó a alejar del primer puesto a su rival más directo, que ve multiplicadas sus dudas y sus problemas.

Dueño absoluto de la situación, el Madrid tuvo ocasiones para haber sentenciado antes de que Mejuto pitara el final del partido. Protestó un penalti no pitado a Robinho en el segundo tiempo y Sneijder, otro que despertó en el Camp Nou y supo marcar el tiempo de juego, Van Nistelrooy y el propio Robinho desperdiciaron oportunidades que acostumbran a convertir en gol.

Asumida su inferioridad, el Barcelona no se resignó a la derrota e intentó revertir la situación hasta el final, pero sólo Eto'o y Bojan pusieron en aprietos al Madrid. Muy poco para asustar al mejor equipo de la Liga.

Se observan en este Barcelona demasiadas similitudes con el cercano fracaso galáctico del Madrid. Cuando alguien se cree el dueño del mundo, tan superior como para controlarlo todo y desprecia a los que tiene alrededor por creerlos inferiores suele acabar hundido en su propia miseria. Esos tentáculos con los que una vez se creyó capaz de someter al resto, no son más que pequeños e inservibles brazos.