Baha: "Soñaba con jugar en España desde niño"

Pasará toda la temporada y nadie podrá evitar que se ligue el nombre de Nabil Baha (Remiremont, Francia, 12-8-81) a otros equipos de superior categoría. Es la cruz que tienen los futbolistas con calidad, que los quiere cualquiera. Está en la agenda de varios clubes de la Primera División española y francesa, pero el delantero francomarroquí asegura por activa y por pasiva que su deseo es seguir en Málaga: "Hay mucho bla, bla, bla... Tengo dos años más de contrato con el Málaga y me encantaría cumplirlos. La ciudad y cómo se vive el fútbol me encanta. Aquí soy feliz. No puedo estar todos los años cambiando de equipo, ya lo dije en este periódico hace poco tiempo". Así finiquita el asunto Baha, al que la situación geográfica de Málaga le viene de perlas: "Tengo cerca Marruecos y Francia, hay buen tiempo, qué más puedo pedir". Y también Portugal, donde vive su novia.

Baha quiere echar raíces en Málaga después de una carrera como trotamundos que empezó en Francia cuando era un niño: "Desde niño ya soñaba con jugar en la Liga española. Veía los goles de casi todas las ligas por Canal Plus. Yo estudiaba español en Francia, pero no prestaba atención a las clases porque me entretenía con un álbum de Ronaldo. Me hice un libro con imágenes, fotos, de Ronaldo. Me pasé el curso mirando sus fotos". El brasileño es una de las debilidades de Baha, su gente lo sabía. Así que, el quería picar al marroquí, sabía cómo atacarle: "Un amigo que jugaba conmigo en Épinal, mi primer equipo, decía que Ronaldo no era bueno, se metía con él. Claro, yo me enfadaba mucho. Es que él era más de Redondo". Nadie osaba a utilizar el nombre de Ronaldo en vano si Baha estaba delante: "Nadie puede hacer lo que él hacía. Me influyó mucho, aunque no puedo compararme con él. Si no se llega a lesionar de gravedad, podría haber sido el quinto grande, con permiso de Zizou... Aún así, Ronaldo sigue haciendo cosas que no están al alcance de casi nadie. Zidane podría seguir jugando en Francia o donde quisiera".

Así que Baha siempre soñó con ser futbolista. "Siempre quise ser jugador. Se lo decía a mi madre desde los seis años. Ella quería que estudiase. Era lo mismo que trataron de inculcarnos en la cantera del Montpellier, donde insistían en que estudiásemos porque nos decían que de 100 niños, sólo uno llega a ser profesional. Tenía la certeza de que yo era ese uno. Sabía que ganaría más dinero siendo futbolista...", sentenció entre risas.

Baha tenía claras dos cosas desde su niñez. Una es que llegaría a ser profesional, la otra, que sería delantero: "Cuando repartían las camisetas, siempre quería llevar el nueve. Recuerdo a un entrenador portugués que tuve de pequeño en Francia, muy simpático, que quería que yo fuese un 10, pero yo le decía que jugaba con el nueve o nada. Antes de un partido dio todas las camisetas y me dejó para el final. Me dijo que tenía que jugar con el 10 y yo le dije que me iba a mi casa si no me daba mi número. Al final me dio mi nueve". Y el tiempo ha querido que sea futbolista, que juegue en España y, encima, que sea delantero. Aunque Salva lleva su número. Pese a todo, ambos tiene buena sintonía. "De cabeza, hay pocos en el mundo tan buenos como él. Marcó un golazo. Los rivales cada vez nos tienen más miedo. Somos el Málaga", sentenció Baha.

Espera a Henri Michel

Nabil Baha espera la llamada de Henri Michel, seleccionador de Marruecos. El delantero del Málaga sueña con jugar la Copa de África defendiendo a su país. Mientras, se dedica a entrenarse con el Málaga. De su trabajo aquí depende su futuro como internacional. Cualidades le sobran para entrar en la lista.