Copa de la UEFA | Copenhague 0 - Atlético 2
Agüero guía un pase tranquilo
El Atlético ya está clasificado. Se jugará el liderato con el Panathinaikos. Marcaron Simao y el Kun. Motta volvió a brillar. La zaga anuló al Copenhague
El Atlético ha desarrollado una faceta muy profesional, ésa que le permite ganar partidos fuera ante rivales dignos con solvencia, sin lucirse ni sufrir, simplemente porque es superior. Así tumbó anoche al Copenhague como antes hizo, por ejemplo, con el Betis, el Athletic y el Levante. Por cierto, así se acaban ganando títulos, aunque se haya puesto de moda tomar por loco al que une las palabras Atleti y campeón. Al final, lo será o no, pero tiene todo el derecho del mundo a soñarlo y pelearlo. Este equipo va en serio. Al tiempo.
Les diré que ayer funcionó hasta la defensa. Y no menosprecien al Copenhague, que la pasada temporada tuvo un más que digno paso por la Champions. En el Parken cayeron el Manchester United y el Celtic y sólo el Benfica arrancó un empate. Anoche, el Atlético no se llevó ni un sustito calibre Tren de la Bruja. Fue un paseo que partió desde la zaga, donde Pablo se cenó a Allback y Eller funcionó, al fin, como fiable escudero. No hay duda, tampoco, de que la presencia de Motta ayuda. Así las cosas, el Atleti encadena, sorpresa, tres partidos sin recibir un gol.
Semejante milagro fue casi invisible para los aficionados rojiblancos que no pudieron disfrutar en vivo del espectacular ambiente del estadio danés. Desde aquella noche en que confundí a mi chica con otra no recibía en el móvil tantos mensajes de indignación. La Sexta comió con los ojos y compró más de lo que podía televisar con dignidad. Entre el inventito de la doble pantalla, ideal para miopes, y los cambios sin ton ni son del Atleti al Villarreal, perfectos para esquizofrénicos, nadie se enteró de nada. Todo el mundo acabó buscando una transmisión pirata por internet. Si hay una redada y acaban en la cárcel, ya saben a quién pedir responsabilidades. Son inocentes.
Igual que la defensa danesa en el primer gol. Simao y Agüero se inventaron una pared en la frontal del área, rodeados de rivales que parecían conos de entrenamiento. El portugués definió con la clase que le caracteriza y que nos lleva a comernos nuestras palabras cada vez que empezamos a criticarle. Seguramente nunca sea un prodigio de consistencia, pero sus detalles ganan partidos. Y eso es mucho.
El gol fue muy bonito, pero lo precioso fue la reacción de la grada. En vez de nórdicos parecían argentinos. Es el danés un fútbol admirable y el Copenhague, su gran dominador, un digno embajador. Pese a su inferioridad y la colección de tipos que sirven igual para jugar al balón que para bajar gatos de los árboles sin escalera, no dio una mala patada ni se encerró ni abusó del juego directo. Tocó, buscó las bandas y atacó con fe. Ayer no hubo caso porque el Atleti era muy superior, pero luego enganchan una buena generación y ganan una Eurocopa. Normal. Su escuela funciona.
Eso sí, no es la de la calle, la de Agüero. Ésa es más complicada, pero cuando da frutos son primorosos. El Kun llevaba tres partidos sin marcar y le debían parecer tres siglos. Así que en la segunda parte decidió meter un gol y, claro, es de esos privilegiados que cumplen frecuentemente lo que para el vulgo suele quedarse en fantasías. Primero, rodeado de rivales en la frontal, se inventó un disparo tremendo que desvió milagrosamente el portero. Dos minutos después no falló.
La puntilla. Motta le lanzó un estupendo pase en profundidad al Kun, que habría estado en fuera de juego si al lateral izquierdo, Jensen, no se hubiera quedado charlando con un fotógrafo en la otra parte del campo. La gentileza permitió a Agüero correr 30 metros solo, regatear al desguardecido Christiansen y marcar el segundo. Fin.
Quedaba media hora, pero el Atleti, esta vez sí, supo dormir el partido. El objetivo estaba logrado. Los daneses se resignaron a jugarse el pase en Escocia ante el Aberdeen. Por su parte, los rojiblancos se aseguraron la clasificación como segundos y ahora tienen que ganar al Panathinaikos en el Calderón para acabar líderes, evitando así a los rebotados de la Champions en deiciseisavos. Será un compromiso muy interesante para confirmar que este Atleti, como parece, ha aprendido a ser grande.