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Segunda B | Castilla

José y Juanmi Callejón, dos gemelos y diez goles

Los pichichis del Castilla llevan cinco tantos cada uno

J. V. Catalán

Que José y Juanmi Callejón, delanteros del Castilla, son idénticos se sabe de inmediato. Pero además del físico comparten una misma exquisita educación, simpatía y manera de pensar. Nunca se corrigen o disienten, cuando uno habla el otro afirma con la cabeza como si fuera una sombra hecha carne.

Por parecerse se parecen hasta en los números. Ambos llevan cinco tantos esta temporada, lo que les convierte en los máximos goleadores del Castilla. "El año pasado también empezamos muy bien los dos y ojalá que sigamos así", arranca José, el delantero centro. Juanmi, que más que golear se le conocía por sus dotes de pasador, complementa: "Lo de los goles no me mete presión. No debo venirme abajo si no marco un día. Además, lo importante es el equipo y pensando en el grupo es la manera de llegar lejos".

Nacidos el 11 de febrero de 1987 en Motril, estos gemelos afirman que no se han aprovechado en el fútbol de su parecido: "Pero en el cole sí que alguna cosita hemos hecho", confiesa José. "Nos han confundido poquitas veces. Alguna vez pasó que un árbitro le pitó falta a uno y luego le sacó la amarilla al otro", dice Juanmi sonriendo.

Quizá la compenetración que tienen sobre el campo se debe a que además de hermanos son compañeros de piso. Y muy bien avenidos. "Cocinar se me da mejor a mí. En cambio, me dejo la cama sin hacer porque soy un poco vago pero Juanmi todas las mañanas las hace. Compartimos las tareas", afirma José. Su hermano pasa del tema doméstico al futbolístico: "Notamos un feeling especial. Uno sabe a dónde va a tirar el desmarque el otro". También influye que llevan toda la vida compartiendo equipo. "Aunque tenemos asumido que no siempre será así", dicen casi a la par.

El Castilla lleva cuatro victorias consecutivas después de un mal inicio de temporada. Juanmi explica el cambio: "Mejoramos en cuanto nos hicimos una piña y dejamos de ir cada uno a nuestra bola. Además, la Segunda B es mucho más difícil de lo que la gente dice".