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Primera | Betis 0 - Atlético de Madrid 2

Dos destellos y en Champions

El Atleti fue muy superior, pero sesteó. El Betis, un horror. Gran conexión Kun-Forlán en el 0-1. Raúl García apuntilló. Enorme Pablo. Cúper no seguirá

<b>ACERCAMIENTO. </b>La primera ofensiva seria del Betis llegó en el minuto 35, cuando Melli, tras un saque de esquina, intentó un remate de chilena que le salió desviado.

El Atlético fue un padre jugando con su hijo o un novio con su chica (o viceversa, no se me ofenda nadie). Tanta superioridad que no aprietas por no ofender, que te relajas porque sabes inevitable la victoria, que te llevas algún sobresalto pero acabas ganando con un par de golpes en los momentos justos. Sí, esa es la actual condición del Betis, la de juguete en las manos de sus rivales. Héctor Cúper será esta vez el despedido, pero los verdiblancos llevan tres años flirteando con el desastre y entrenadores contrastados como san Jabo Irureta, Luis Fernández o Serra Ferrer fueron devorados por ese banquillo antes que el argentino. Tal vez sea hora de que otros asuman la culpa.

El actual Atlético se ha convertido en un experto en márketing. En el Calderón se entrega al espectáculo, que hay que vender entradas y tener contenta a la afición. Pero fuera es otro. Especula más, frena cuando se adelanta y corre los riesgos justos. Como se vio ayer en Sevilla, esta personalidad la tiene mucho menos trabajada que la de equipo loco, desmelenado y feliz. No es su naturaleza conservar, por más que Aguirre se empeñe a veces. Si Pablo y Leo Franco no están perfectos, se lleva un sustito. Y habría sido imperdonable.

Porque los primeros cinco minutos bastaron para establecer las enormes diferencias entre ambos contendientes. Nada más empezar, el Kun se la lió a Vega, que tuvo que derribarle cuando entraba solo en el área. Reyes estrelló la falta en el larguero. Después, el Atleti se pasó tres minutos tocando sin que el Betis oliera la pelota, hasta que Forlán cedió de cabeza a Agüero, que voleó alto. La pregunta no era quién ganaría, era cuándo y cómo.

El Betis al menos mostró cierto respeto a unos colores muy por encima de su actual situación. El problema es que, sin fútbol, su orgullo se convierte en sobreexcitación. La grada aprieta y el banquillo crea un incendio en cada choque, si eso se mezcla con un jugador como Reyes, ex sevillista y de escaso talento diplomático, el ambiente se calienta demasiado. Los continuos choque frenaron el inicio visitante, pero...

Pero Agüero no se pierde en batallas menores. La primera vez que logró darse la vuelta antes de que un rival le castigara los tobillos fue gol. Como su repertorio es amplio, se disfrazó de asistente y le metió un pase magnífico a Forlán, un globito medido por encima de los defensas. El uruguayo tampoco se caracteriza por andarse con tonterías, así que controló con el pecho dejándose el balón orientado para batir a Ricardo. Y lo hizo, claro. Con esos delanteros, al fin del mundo.

Sólo el empeño de Antonio López en ser expulsado antes del descanso parecía darle algo de emoción al partido, pero el Atleti salió transformado (para mal) del vestuario. Pavone se limitó a pegarse con Eller, Edu fue un alma en pena, Xisco se quedó sin gasolina y Sobis no encontró a su musa, pero si se les deja a llegar sin oposición hasta el área, una y otra vez, acaban por darte un susto serio. Sucedió en el 62', cuando Leo Franco hizo un doble milagro a disparos de Somoza y Sobis. Fue el aviso que necesitaba Aguirre.

Cambio extraño.

El técnico retiró a Agüero para dar entrada a Motta y en sala de Prensa se mosqueó cuando se le acusó de conservador, pero es como si intenta negar que ayer vestían de azul. Lo lleva dentro. Motta era necesario porque el Atleti se descosía, pero al Kun no hay que quitarle jamás del campo, salvo que él lo pida. Y rogando. Al final, sobre todo porque Pablo era ayer una defensa de un solo hombre, le salió bien. Pero si al Betis le da por empatar ya sin Agüero, a ver cómo lo explica.

Motta se ganó el jornal con un corte providencial cuando Sobis iba a fusilar, pero lo cierto es que el Betis nunca estuvo cerca del milagro. Maxi y Raúl García tuvieron la puntilla, que llegó en la prolongación, cuando el navarro fusiló con la izquierda. Su cruzada por la Eurocopa es más que justa. Así que el Atleti más italiano ganó y se mete en Champions, a un punto de Barça y Villarreal. Y excepto el Madrid, todos sus rivales fallan. Soñar es gratis y el primer paso para alcanzar el éxito. En el caso del Betis, soñar es lo único que le queda.

El detalle. Nueva lesión de Leo Franco

En el minuto 87, Leo Franco sacó de puerta e, inmediatamente, dio un respingo, puso cara de dolor y se llevó la mano al muslo derecho. Inmediatamente fue sustituido por Abbiati. El argentino, que estaba en un gran momento, arrastra un largo historial de lesiones musculares en ese cuádriceps y hoy se someterá a pruebas para conocer la gravedad.