La leyenda de Fernando Torres crece a diario porque aparece en los grandes partidos (dos goles ante el Oporto, uno ante el Chelsea, el primero ante el Fulham pocos minutos antes del final) y por sus excelentes estadísticas (diez tantos en 14 encuentros), pero también porque queda la sensación de que todavía hay margen de mejora: tras cinco ocasiones desaprovechadas contra el Newcastle, Torres resolvió ante el Oporto cuando el equipo se jugaba el futuro en la competición.

El futbolista es adorado no sólo por sus compatriotas, sino especialmente por el contingente inglés (Carragher, Gerrard) que entiende que su valor de mercado coincide con su valor en el campo: "Nos da velocidad, se inventa ocasiones. Atemoriza a las defensas, que se retrasan varios metros y eso da espacio a Gerrard y a los otros", cuenta Carragher. Algo así decía el rotativo The Times: "Mensaje al señor Hicks y al señor Gillett: Eso, caballeros, es lo que se consigue con dinero. Sinceramente, Rafa".

The Mirror afirma que el Liverpool "mostró su potencial" y Torres "su clase", en un partido "jugado bajo muchísima presión". The Sun escribe que "Torres inspiró al Liverpool con dos tantos", aunque The Guardian puso un poco de equilibrio al análisis: "El Liverpool deberá mostrar mucho más que la sublime técnica de Torres para superar esta fase y destacar en esta competición".