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Liga de Campeones | Werder Bremen - Real Madrid

Klasnic reaparece a los diez meses con el riñón de su padre

Jugará con un cinturón de plástico para proteger el órgano trasplantado

El espíritu de superación de Iván Klasnic (29-01-1980, Hamburgo) ya es otro de los ejemplos más bonitos del deporte. El delantero croata del Werder Bremen camina por la Ciudad Deportiva de su club con una felicidad inmensa. El pasado sábado volvió a los terrenos de juego ante el colista, el Cottbus, tras más de diez meses alejado de los mismos. Tras el partido, en el que disputó sus primeros 64 minutos, aseguró que la sensación fue "muy hermosa". Una declaración nada relevante si no se conoce su historia.

Klasnic sufrió el pasado enero una importante insuficiencia renal detectada tras sufrir una apendicitis. Entonces, saltaron todas las alarmas. Necesitaba un trasplante de riñón, como en su día lo demandaron el jugador de rugby Jonah Lomu, el jugador de la NBA Alonzo Mourning y el atleta italiano de halterofilia Norbeto Oberburger.

El internacional encontró en su madre al donante idóneo, pero su cuerpo no lo creyó así. Lo rechazó. En una segunda intervención los médicos le trasplantaron el de su padre, esta vez con éxito. Klasnic salió del hospital y, lejos de preocuparse por nimiedades, miró el calendario para ver cuando reaparecería. Los médicos del Werder Bremen no se lo creían y le hicieron firmar un documento en el que el jugador se responsabilizaba de una posible tragedia sobre el césped. Además, si esto sucediera, Ivan debía renunciar a una indemnización económica que sufragase sus daños en el riñón. El ariete lo entendió, pero se puso a entrenar con el equipo de Tercera para reaparecer en su máximo esplendor.

Desde el pasado octubre se calzó las botas y ahora está listo para medirse al Real Madrid. "Haremos todo lo posible para devolverles el resultado del encuentro disputado en el Bernabéu". Ante el equipo de Schuster jugará con un cinturón de plástico que cubre su órgano trasplantado y si marca, cómo no, la dedicatoria será para su padre. Ambos tienen un riñón en común.