Primera | Athletic
Aranzubia vuelve por casualidad al escaparate
Regresa a mes y medio de ser libre para firmar por otro club
La portería del Athletic vuelve a ajustarse a la medida de Dani Aranzubia. El portero ha cambiado de estatus con la llegada de Gorka Iraizoz, pero la lesión de éste vuelve a abrirle la puerta de la titularidad. Igual que ahora hace un año, recupera presencia en un equipo con el que ya ha jugado en 174 ocasiones. En la pasada temporada relevó a Lafuente en la decimocuarta jornada (también por lesión de un compañero) y ya no le movieron de ahí. Había sido titular al principio de campaña, pero Sarriugarte sólo le aguantó la confianza tres jornadas.
El regreso, en esta ocasión, es diferente porque su actuación en la campaña se reduce a la media hora que jugó ante el Hércules. Ese día fue una contraposición de sensaciones. Feliz por volver a jugar, pero triste por quedarse fuera del once. Hasta ahora, casi se había convertido en norma en las dos últimas décadas que el entrenador rotara a sus porteros durante la Copa. La regla no va con Caparrós, que siguió apostando por Iraizoz en detrimento de Aranzubia.
En la reunión del mediodía del martes, el riojano recibió un claro mensaje: sólo jugaría por lesión de Gorka. Su contrato acaba en junio y en las previsiones del club no entra una renovación. Y más todavía tras renunciar en julio a su pase al Zaragoza, que en Ibaigane consideraban necesario.
Nuevo escenario.
La rotura fibrilar que padece Iraizoz en el recto anterior le garantiza el puesto en partidos de máxima envergadura. La serie empezará el domingo contra el Deportivo y continuará ante Valencia, Real Madrid, Mallorca y Murcia. Casi nada. De la noche a la mañana, Aranzubia se ha vuelto a colocar en el escaparate. Lo hará ante clubes en los que siempre ha tenido buen cartel, ya que tanto Deportivo como Valencia habían manejado su contratación en temporadas precedentes.
Tiene una oportunidad de oro para reivindicarse y construir un futuro halagüeño. Cinco partidos dan para mucho. Por de pronto, sus actuaciones pueden meter un punto de presión a Gorka Iraizoz para el momento del regreso. En el fondo, es lo que quieren todos los entrenadores: a mayor competitividad, mayor rendimiento.
En el aspecto personal la titularidad también es gratificante, porque finaliza contrato y se hará ver a los ojos de los directores deportivos de otros clubes. La normativa le permite firmar un nuevo contrato con otro club a partir de enero, pero se supone que, como dijo en su día en la concentración de Covaleda, luchará por seguir en Bilbao durante muchos años.