"Somos del Atleti porque es puro espíritu irlandés"

Un trago de una pinta también puede tener sabor colchonero. O al menos eso piensa Michael Watters, presidente de la Peña O'Donnell en Irlanda del Norte. La pasión rojiblanca convierte las fronteras en permeables y hace que la grandeza del Atlético llegue hasta las islas británicas. Michael recorre casi de 3.000 kilómetros dos veces al año para asistir al Calderón. Y es que el Atlético es "puro espíritu irlandés".

Su historia tiene un comienzo en Derry, una pequeñita ciudad irlandesa en la que gracias a él ha florecido un reducto atlético. Y es que la afición por el Atlético nace espontáneamente, como cuando Michael pisó por primera vez el Calderón en 2003 en un choque contra el Málaga. "Ese día me di cuenta que sería del Atlético para siempre. El ambiente del estadio me fascinó". La pasión por el fútbol en Irlanda es inherente a la persona, y descubrió que en el Manzanares se sentía "como en casa".

Michael se embarcó en la aventura de promover la hinchada atlética en su ciudad. Y el éxito no se hizo esperar. Son 23 integrantes. Una hazaña. Ellos analizan la marcha del equipo. Desde la distancia se sienten ilusionados. "Este año estamos muy bien con Kun, Forlán, Maxi. Quizá estemos mejor sin Torres".

La marcha de El Niño no se puede eludir. "Es un gran jugador, un ídolo", reconoce Michael ante la sinceridad que otorga un café, pero replica diciendo: "A veces corre, como chicken without head (pollo sin cabeza)". Una frase que resume la "inquietud" de Fernando en el campo. Aunque, creen que volverá: "Tras cinco o seis años retornará a su equipo de siempre, en el que creció".

Además, la asociación posee una migaja de solera en su nombre: O'Donnell. Escogerlo no fue fruto del azar. La relación entre Irlanda y el Atlético es evidente gracias a este nombre. Hugh Red O'Donnell, personaje histórico irlandés, tuvo que huir de su país a causa de la persecución de los ingleses. Su exilio fue en España. Precisamente, el primer estadio de los rojiblancos fue el de O'Donnnell, otra señal inequívoca que recibió Watters para crear la peña. "Quizá si El Rojo O'Donnell viviera, sería del Atlético". No hay duda, el Atlético tiene espíritu irlandés: su primera casa se llamaba como uno de sus héroes.